Ahora que termina un año y empieza el siguiente no puedo dejar de
acordarme de aquella frase de Antoine de Saint-Exupery, autor de uno de los libros
más fascinantes que ha dado la literatura universal, “El principito” : “Lo que
embellece al desierto es que en alguna parte esconde un pozo de agua”.
Y no hay nada mejor, en mi opinión, que ir soñando cada uno, en
nuestros propios pozos, en los que deberemos abrevar nuestra sed de
trascendencia, de eternidad, durante el largo año que nos espera a la vuelta de
la esquina. O tan solo de sosiego, también de excitación, de júbilo y placer. O
lamernos en ellos las llagas y restañarnos las heridas que da la amargura y la
tristeza. Porque de todo habrá en la viña del señor.
A mí, como escritor, me
reconforta aquella vieja sentencia: “El que escribe en el alma de un niño,
escribe para siempre”. Así que muy probablemente seguiré escribiendo sobre el
niño Germán, empezando la segunda parte de “Memorias del Sauce Curvo”, que
cubrirá la adolescencia y primera juventud de nuestro protagonista (más o menos
hasta los 25 años). Me apetece mucho y, además, me lo ha pedido bastante
gente. Se llamará “Lejos del Sauce Curvo”.
Y si no lo termino este año lo dejaré muy encaminado para el siguiente.
Uno de los grandes novelistas en lengua inglesa, George Bernard
Shaw, escribió: “Los espejos se emplean para verse la cara, el arte puede leer
el alma”. Y eso pretenderé yo,
humildemente, con una ambiciosa novela que acabo de empezar al filo del fin de
este año y que tratará sobre la venganza, ese sentimiento tan humano, tan
arraigado y profundo en su naturaleza, que ahora precisamente nos recuerda la
nueva versión cinematográfica del Macbeth de Shakespeare y que también será el
trasfondo de una película en la que he colaborado como guionista y que, si no
pasa nada, se rodará en Semana Santa. En la novela se recogerá, más o menos, la
misma historia que en la peli. No tiene todavía título, pero bien podría ser: “La venganza es siempre
un menú de varios platos”.
Y por último, y siguiendo a Yasunari Kawabata y su famosa
sentencia: “La literatura no hace sino registrar los encuentros con la belleza”
tengo un tercer proyecto todavía en pañales: Hacer un biopic para
televisión sobre un autor literario español importantísimo en el Siglo XX. No
puedo decir más. Veremos en las próximas semanas cómo de viable es.
Así que , como dije al principio, soñaré en la travesía de 2016
con estos tres pozos de agua fresca y saludable. Porque como nos recomendaba uno
de los grandes escritores europeos de todos los tiempos, Gustave Flaubert: “Amad
el arte. Entre todas las mentiras, es la menos mentirosa".
FELIZ AÑO PARA TODOS Y QUE REALICÉIS EN ÉL VUESTROS MAS ÍNTIMOS
PROYECTOS.
Francisco Rodríguez Tejedor.