viernes, 22 de enero de 2021

EL ARTE Y LA VIDA

 


    



     Confieso que mis lecturas son desordenadas. Movidas por impulsos e intuiciones. Debe ser para contrapesar la vida reglada y metódica que suelo vivir, hasta cierto punto.

     Ya rodada, estamos terminando las labores de posproducción de nuestra película "Victoria 2030" que estará lista para la primavera. Un compañero coproductor me sugiere que me lea como precultivo o preparación para nuestra próxima peli, que se rodará Dios mediante este año y que ya tiene título: "Alegría 2030", el libro "Esculpir en el tiempo", del escritor y cineasta ruso ANDREI TARKOVSKI y que está siendo todo un descubrimiento para mí.

     Ahí van algunas perlas: 

     -"Las obras de arte surgen del esfuerzo por expresar ideales éticos". "El arte como ansia de lo ideal".

     -"El arte surge y se desarrolla allí donde hay ese ansia eterna, incansable, de lo espiritual, de un ideal que hace que las personas se congreguen en torno al arte".

     -"Hay dos formas de conocer el mundo: por la ciencia y por el arte. La primera está conectada con el razonamiento lógico, la segunda te llega vía emocional, te conmueve". "El artista ha de ser, sobre todo, un poeta, no un mercantilista". "Lo bello queda oculto a aquellos que no buscan la verdad".

     -"La finalidad del arte consiste más bien en preparar al hombre para la muerte, conmoverle en su interioridad más profunda". 

     Me queda por ver su última película: "Sacrificio".

    En mi libro "Mil palabras para el optimismo", recojo dos reflexiones sobre el arte: "La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte" (Leonardo da Vinci) y "Arte no es representar lo bello, sino bellamente las cosas" (Pilar Avivar). Luego continúo yo: 

     "–El arte es lo más excelso que sabe hacer el hombre, es el enchufe que le comunica a la corriente de la trascendencia. Como te decía, querido amigo, el hombre debió ser dios un día, y el arte es la reminiscencia que nos queda de aquella época en lo más profundo de nosotros. El arte es la búsqueda de la belleza y la belleza es la única cosa que de verdad conmueve a nuestra alma cuando está atormentada.
    —Siente, por ejemplo, esta música serena y melodiosa, amigo. Déjate llevar por ella y aprenderás, de golpe, todo lo bueno, todo lo bello de lo que es capaz el hombre. De ese tipo de semilla también hay siembra en tu corazón. Déjala que crezca y se desarrolle, hazle un sitio entre la rutina y tus instintos... Y cuando tu corazón, amigo, esté repleto, poblado de granadas espigas doradas, entonces aprende a expresar todo eso que guardas en tu interior, para que salga fuera de ti. Y, aquello que nació de tu esencia verdadera, conmueva a otros, ilumine a los caminantes perdidos en la bruma, germine en otros campos, remueva las aguas del hastío, de la frustración y de la desesperanza, y enseñe al mundo entero que cada hombre es algo único en el universo, que esa llamita que todos llevamos dentro es el rescoldo de nuestra esencia divina que trascenderá a nuestra corta vida y que nadie debe ignorar ni olvidar.

     Ah, el arte, el arte...".




    

martes, 12 de enero de 2021

NACE UNA NUEVA EDICIÓN DE "MEMORIAS DEL SAUCE CURVO" EN MEDIO DE LA NIEVE.

 




          Nace una nueva edición, la cuarta, de este entrañable libro.

          Aprovecharemos para efectuar algunas pequeñas correcciones de la anterior  maquetación del texto digital  además de una nueva portada, en un esfuerzo permanente por mi parte en mantener siempre revitalizada mi obra. Tardaremos todavía unas semanas en completar la nueva publicación. Mientras tanto, se puede seguir disfrutando de la tercera edición, ahora a precio de regalo: 0,99 euros: 

https://www.amazon.es/Memorias-sauce-Francisco-Rodr%C3%ADguez-Tejedor-ebook/dp/B01MRRFGF1/ref=sr_1_1?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&crid=1UGTUMJVN8X8J&dchild=1&keywords=memorias+del+sauce+curvo&qid=1610461114&sprefix=memorias+del+sauce+curvo%2Caps%2C168&sr=8-1


    Así que bienvenida esta nueva edición de MEMORIAS DEL SAUCE CURVO  que nace en este tiempo especial en el que vivimos, todavía rodeados de nieve:


     Limpiando las cornisas de nuestra terraza para evitar desprendimientos y ¡rescatar a Papá Noel, que había quedado congelado! 


       Papá Noel descansando tras el esfuerzo.




     Los muebles, plantas y enseres de la terraza, donde se realizaron nuestras famosas entrevistas a la luz de la luna, empiezan a emerger de nuevo a la luz tras una acción combinada nuestra con la de los rayos del sol, pero todavía nos queda trabajo a ambos para los próximos días.
 









sábado, 9 de enero de 2021

EL ESCRITOR EN SU IGLÚ

 


    Esta mañana me he levantado y había más de un metro de nieve en la terraza. Es lo que tienen los áticos, siempre lo han tenido: sobre tu cabeza, el cielo. Y nada más. Así que la nieve cae y se acumula a placer.







    Por lo cual, los hombres de la casa no hemos cogido pico y pala, porque no tenemos, pero sí nos hemos arreglado, de forma casera, para intentar despejar mínimamente algunos rincones. 

    Y luego lo hemos celebrado con Wilson,  al que le gusta el vino casi tanto como a nosotros.




    Así que, una vez pasado el nerviosismo de vernos semicubiertos, como si nuestra casa fuera un iglú, hemos disfrutado como niños, aunque algunos ya no lo seamos.


    Y yo, que no puedo quedarme quieto, ya me he puesto con mi próximo libro: "El cielo está tan alto". Nunca mejor dicho. Creo que voy a disfrutar, y a sufrir,  mucho con esta novela. Continuación de "El día que fuimos dioses", una novela tan amada y controvertida a partes iguales para muchísima gente.Ya tengo unos cuantos capítulos escritos. 





    Pero, hoy, escribo en él, esperando que la lluvia, tan propia de este libro, derrita los cientos de kilos de nieve que nos rodean. Aquí va el primer capítulo:


    EL CIELO ESTÁ TAN ALTO

I

Hoy llueve en Madrid. Pero también llueve en Johannesburgo, en Helsinki, en Estambul, en Santiago de Chile,  en Seúl… Llueve como si el agua quisiera horadar la tierra.  Perforarla. Violarla. Llegar a sus íntimas entrañas en contra de su voluntad.  Llueve con la fuerza de las altas nubes, de su forzada incontinencia que dura semanas. Semanas que parecen años, a lo mejor son toda una vida.  Llueve con la fuerza de las mareas, de los secretos imanes de la gravedad, de las oscuras fuerzas electromagnéticas que gobiernan la vida de las hormigas que se arrastran como pueden a ras de suelo, sin poderse elevar. Sin poder volar. 
Llueve con ganas, con ansias de lavarlo todo, de limpiarlo todo. A lo mejor  solo son deseos de borrar el dolor sobre la faz de la tierra.  Como si eso fuera fácil, como si eso fuera posible. Llueve, seguramente, solo porque le da la gana. Como antes de que apareciera el viento, como antes de que pusieran nombre a los monzones, o como después de la aparición del siroco o de la tramontana o de los bufidos que lamen las nieves de los himalayas, es decir,  llueve como siempre, como toda la vida.  Como ocurren los terremotos, que nacen de los monstruos que anidan en el interior de la Tierra,  o como triunfa el óxido que acaba con los metales, que se van  herrumbrando sin que puedan evitarlo. Solo el oro se libra. Ah, el oro. Que brilla con el amarillo, con la luz, que no se mancha jamás. 
Llueve sobre el amor, que dicen que es igual que el oro. El amor es indomable . El amor se presenta enhiesto, a pecho descubierto. Sin paraguas alguno. Allá él. Llueve sobre el amor, igual que llueve sobre el odio, sobre la indiferencia. Sobre las ganas de mantenerse uno en pie.  La naturaleza hace lo que quiere. Gobierna el mundo como le da la real gana. Y a las hormigas solo les queda que aguantar. Que bailar al ritmo que les tocan.
  Llueve sobre todo lo que está debajo de las nubes, llueve sobre todo lo que un hombre puede divisar, es decir, entender. Pero un hombre enamorado no necesita entender,  ni saber qué hay más allá de su horizonte,  es decir, de su amada.  Un hombre enamorado hace frente a la lluvia, a la herrumbre, y a la madre que parió a todos los monstruos que se revuelven en las entrañas de la tierra y del cielo y se oponen a su vocación de amor, a su destino. 
             Eso piensa él.
             Pues allá él, pobre hormiga, parece discurrir la lluvia inmisericorde. En realidad llueve a propósito sobre las hormigas.  Llueve con ganas de empaparlo todo, de ablandarlo todo, de  derribarlo todo, mejor sería decir de ahogarlo todo, cualquier atisbo de algo que palpite,  que exhale un hálito de vida. Porque la vida se tiene que ir calando, se  tiene que ir empapando de su destino, es decir de su muerte. Así que llueve sin perdón, sin comienzo ni final. Llueve sin corazón y llueve también sin esperanza. Excepto para el hombre que ama y mira desafiante a través de los cristales. Porque el amor es el gran aliado de la vida, el único baluarte ante la muerte.  Por eso llueve contra él y contra los que en él creen.
Dicen que hoy empieza la estación de las lluvias  en Singapur, en Hongkong, en Banckock. En todos esos sitios ha vivido antes el hombre enamorado. A lo mejor por eso conoce tan bien a la lluvia. También llueve hoy a conciencia sobre estas urbes. Y sobre otros millares más en esas latitudes. Nadie puede evitar que empiece la estación de las lluvias donde toca.  Pero hoy llueve en Madrid. Que a lo mejor no toca.  Seguramente que a la lluvia le da exactamente igual.  Hoy tiene ganas de llover una riada entera de dolor. Tiene ganas de golpear, de herir donde duele, con insistencia,  con monotonía, sin  descanso, es decir, sin consuelo. Llueve sobre esos discretos cristales que unen los contornos de esa ventana, también discreta, tras la que se encierra la vida de ese hombre enamorado.  Quiere decirse ilusionado, esperanzado. A lo mejor solo es un monstruo arrepentido que ha causado antes tantos terremotos como el  engendro que habita en el interior de las entrañas de la tierra y provoca con sus sacudidas tanta destrucción y tanto dolor.
- Tengo cuarenta y seis años. Y por fin puedo vivir con mi amada, con mi amor de toda la vida. Lo que pasa es que ella no lo sabe.  Y por eso llora cuando ve llover contra la ventana. ¡Maldita sea la  lluvia que la hace sufrir! ¡Maldita sea la lluvia que no nos deja vivir! – exclama el hombre, mesándose los cabellos, golpeándose el pecho, por no dar puñetazos contra los cristales y romperlo todo, mientras la lluvia llueve y llueve con sus interminables cántaros de lágrimas.








viernes, 8 de enero de 2021

ANTOLOGÍA POÉTICA DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA PALABRA 2020

 


Un placer y un honor formar parte de esta antología internacional que recoge, a mi entender, un buen mosaico de la poesía actual en español en el mundo.

Y muchas gracias a ese impulsor y gran poeta que es Alonso de Molina y su Poesía de Sur a Sur por hacerlo posible.

Por solo 48 horas, gratis en Amazon, del día 9 al 11 de enero: https://www.amazon.es/D%C3%ADa-Internacional-Palabra-Palabras-Libertad-ebook/dp/B08S7KLTSX/ref=tmm_kin_swatch_0?_encoding=UTF8&qid=1610118997&sr=1-1

¡Date un chapuzón poético en la poesía de hoy!