domingo, 31 de diciembre de 2023

PROPÓSITOS DE FIN DE AÑO

 






Se acerca el final de año. La mejor época, sin duda, para hacer balance y, a continuación, pensar en los proyectos para el año siguiente.


Yo me acuerdo de lo que decía Abraham Lincoln: “Al final , lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años”. Mantenerse vivo, curioso, expectante, generoso y útil, que es en lo que yo traduciría la frase del viejo presidente.

Ya lo manifestaba también el importante médico y literato español Gregorio Marañón: “Vivir no es solo existir, también crear, saber gozar, saber sufrir y no dormir sin soñar”. Seguro que, como médico, también hacía hincapié en ello mirando nuestra propia salud: física y también mental.

Pero todo esto viene desde lejos. Desde la antigüedad. Porque estas cosas siempre han estado en la cabeza de toda persona, viviente y sufriente, que ha tenido que administrarse, lo mejor que puede y sabe, el siempre escaso tiempo que le toca a cada cual gastar en la corteza terrestre. Confucio: “¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir”

Pues eso,
FELIZ AÑO PARA TODOS Y QUE REALICÉIS EN ÉL VUESTROS MÁS ÍNTIMOS PROYECTOS.

jueves, 28 de diciembre de 2023

DÍAS DICHOSOS EN ALICANTE (2)

 

Al escritor le gusta mucho, cada vez más, venir a pasar unos días a esta casa de Alicante.  Se relaja y renueva en ella.  Es amigable, acogedora.  Está en una urbanización a mitad de camino de Altea, Alfaz del Pi y El Albir. Son unas casitas bajas de máximo dos alturas, unos bungalows, como dicen los ingleses, con una pradera a su alrededor, piscina, tenis y un club social para hacer barbacoas, celebrar cumpleaños y ver partidos de fútbol.

Al escritor, de todo esto, lo que más le gusta es la tranquilidad, el silencio que se respira por la noche, la silueta de los tejados rojos que ve desde su terraza (él vive en un segundo) y la escalera de montañas que se dibuja enfrente y que acompañan al promontorio del faro de El Albir. Esta ausencia de ascensores, de bloques altos agresivos, de tráfico, es lo que él busca. También, la sencillez de una casa escueta, con lo imprescindible para vivir. El escritor ha ido recargando su casa de Madrid, quizás porque nació y creció en una época de escasez. No le gusta tirar nada. Siempre encuentra, claro, pero, también, la presencia de tantos ornamentos, recuerdos, etc., no deja de agobiarle. Así que su mujer y él se juraron  que, en esta casa de vacaciones,  tendrían solo lo imprescindible. Y, quizás, piensa el escritor, ahí radica una de sus fuentes de la dicha que proporciona. 




No tienen internet, ni ordenador, ni teléfono, ni buzón, no lo abren, quiere uno decir. Una cama grande y cómoda, una ola brava y azul hecha de azulejos llenos de vida en el baño principal, una cocina pequeña y coqueta, un salón con lo justo y con un par de cuadros marinos, una habitación de invitados con su cuarto de baño y una terraza hermosa y espaciosa, eso es todo. Una escalerita exterior entrañable, de piedra, para subir a ella y unos arcos en la fachada completan su imagen. Todo muy sencillo, básico. La compraron hace unos años, para cuando sus hijos les dejaran para hacer su propia vida, un apartamento de pareja, para envejecer juntos. Con una estación de tren a cinco minutos, para cuando se les haga duro ir en coche desde Madrid. 

Casi siempre van solos, el escritor y su mujer y, algunas veces, sus hijos con sus parejas. Han cogido la costumbre de ir juntos los cuatro en Navidad, pero, probablemente, esto no dure. De ahí que estos días, padres e hijos de vacaciones, también hayan tenido un aroma de despedida. Por ello, todo ha sido humor, bromas y disfrutar de estar juntos.

El escritor sonríe al recordar los mensajes que se ponían en los cristales húmedos del coche. Ve una foto con el dirigido a su hijo  pequeño, inmerso en exámenes para el CFA y para el proceso de selección para hacer un MBA en una prestigiosa universidad europea. Tardará mucho en volver por aquí. Es la vida, y su  oleaje, piensa el escritor. 





Y ratos sencillos e inolvidables, desayunando por ejemplo, como éste que recoge este vídeo, que tras pedir permiso a su mujer, que es la discreción en persona, ilustra estas memorias literarias.

https://www.youtube.com/shorts/G8fg0kh9-i8

Momentos felices de vacaciones.

El escritor se pone nostálgico. La nostalgia acude a borbotones cuando se repasa una vida larga. Cuando la juventud se ve lejana, allá, casi en la vida de otra persona. Aquella que fuimos cuando éramos jóvenes.

El escritor se acuerda entonces de otro vídeo similar, mucho más largo, en aquella primera casa de vacaciones que tuvieron, mucho más grande. En Marbella. Aunque no era su casa, propiamente dicha, solo tenían quince días de aquel dúplex magnífico, que le compraron a la empresa del escritor cuando la crisis inmobiliaria de principios de los noventa hizo que muchos bancos e inmobiliarias vendieran sus inmuebles en aquel régimen de multipropiedad. Allí criaron a sus hijos, hasta que pudieron viajar con ellos. ¡Cuántos recuerdos! Con la venta de aquellas dos semanas, uno de los mejores negocios que el escritor ha hecho en su vida, dieron la entrada para otra que tuvieron cerca de Marbella, en Sotogrande, con unas vistas magníficas sobre Gibraltar y África. Y, por fin, esta, más recogida, más suya, piensa, para vivir, para envejecer juntos, se dice el escritor, hasta el final. 

A todos estos años, treinta y cinco, los une la cálida sonrisa y la vivacidad y alegría de los ojos de su chica, piensa el escritor. Ha merecido la pena. Ojalá continúen así muchos años más. En esta casita de Alicante.

https://www.youtube.com/watch?v=_l4gWXXlUqs

¡Cuánta nostalgia! Aunque todo se queda dentro, piensa, se reconforta, el escritor.

Decide entonces volver a recordar sus navidades de 2023. Había unos Reyes Magos entregando regalos en la Cala de Finestrat.... (continuará) (Para el proyecto Envejecer/ Regreso al Sauce Curvo).









miércoles, 27 de diciembre de 2023

DÍAS DICHOSOS EN ALICANTE (1)

 


Cuando el escritor se dispone a plasmar en literatura estos días navideños, al sol de las playas de Alicante, para este blog literario y personal, se acuerda del libro de memorias del gran Umbral: "Días felices en Argüelles".  Lo que pasa es que el escritor no se atreve a titularlos así, aunque así los sienta. La felicidad es una liebre asustadiza que, de vez en cuando, corre a nuestro lado y, en un tris, desaparece tras los arbustos. Él no quisiera que estos días desaparecieran de su recuerdo y, mucho menos, que se asustaran por el uso de ese adjetivo tan rotundo de "felices" y tardaran en volver a aparecer. 

El escritor viaja en coche con su mujer y sus hijos, ya mayores, que tienen, desde hace tiempo, sus propias parejas, pero que, por diversas carambolas del destino, quieren pasar unos días de estas navidades  con sus padres.  Y, ellos, encantados, claro, mientras quieran estar con sus papis y estos no interfieran en las vidas de sus hijos. El escritor sigue un viejo consejo que alguien sabio le dio una vez: "Para llevarte bien con tus hijos, tú, boquita cerrada, y cartera abierta". Y él añadiría: "Y que se sientan protagonistas".

El padre del escritor, muy sabio en casi todo, no llevaba bien, sin embargo, eso de ir en el asiento de atrás del coche. "Cuando te relegan al asiento de atrás, malo" le decía. Al escritor, por contra, no solamente no le importa, sino que lo prefiere. Ir él y su mujer relajados en la parte de atrás del auto, contemplando el paisaje, que es como ver pasar la vida, se dice, mientras piensa que envejecer es cada vez más mirar, reflexionar, recordar, aconsejar, dejando la acción para los más jóvenes, los protagonistas del futuro. Así que él hace una parte del trayecto y el resto se lo reparten sus dos hijos, encantados, además. 

El escritor tiene un coche grande, muy aparente, un todoterreno negro de alta gama y marca de élite. En su época de financiero se lo prestaba su empresa como vehículo de representación, él, un chico ahorrador y de pueblo, nunca hubiera hecho ese dispendio. Cuando llegó su jubilación llegó a un acuerdo muy favorable con su empresa y ahora se pasea en él y, sobre todo, contempla, orgulloso, cómo disfrutan sus hijos, domándolo, y disfrutando de un vehículo más completo que sus utilitarios. Tal vez eso les incentive, piensa él, a pencar y pencar, para perseguir sueños y ambiciones que conllevan, también, sus correspondientes zanahorias. Como él hizo.

Alejarse de Madrid es alejarse de los problemas cotidianos. Y una persona sin problemas desarrolla buen carácter y un sentido del humor reconfortante y agudo. Así que todo son bromas y buen rollo dentro del coche. De vez en cuando, los jóvenes ponen música de ahora y los padres se dan cuenta que es maravilloso estar cerca de los jóvenes, el problema es que los jóvenes quieran estar cerca de los viejos,  claro. Pero estos días están de suerte.

Al escritor le gusta pararse a comer en carretera y dejarse llevar por la improvisación. No tiene sitios predeterminados, eso que viaja con frecuencia por la A-3. Viajar es incentivar lo inesperado, lo sorprendente. Ello te sacude de la modorra de tu vida rutinaria en la gran ciudad, despierta tus sentidos y te hace rejuvenecer.

En la comida, el escritor y su mujer se interesan por los planes de sus hijos para el año próximo. No hay nada que les guste más a los hijos que hablar de lo que quieren hacer y que sus padres les escuchen, a ser posible sin opinar con esos juicios, que los hijos ya se saben de sobra. El escritor se piensa a sí mismo de joven, cuando tenía una edad parecida. Sí, envejecer es vivir dos veces.

Llegan al mar. El mar, piensa el escritor, nos recoge como afluentes suyos. Como ríos que vierten sus problemas en él, y nos despoja de todos los caparazones con que nos hemos ido vistiendo en la gran ciudad. Al escritor, ni muy playero, ni tampoco deportista del agua, bueno, ni de la tierra tampoco, lo que le gusta es mirarlo, pasear por su cinta de espuma que choca con la arena de la playa, con los pies refrescándose en él, sorprenderse con  los rayos de la luna surfeando de noche en sus rizadas aguas y dejarse llevar por su inmensidad, por la inmensidad de su belleza, quiere uno decir.

Así que nada más llegar y dejar las maletas, se van al Paseo de El Albir, por esa primera estampa del mar, atardeciendo ya, hubiera merecido la pena este viaje, piensa. Con el paso de los días, sin embargo, el mar llega a ser también rutinario y anodino. Pasa como cuando compras un cuadro hermoso que te gusta, los primeros días no haces más que mirarlo, luego, quizás, ya ni reparas en él. Por eso él ama esos viajes cortos, de unos pocos días, como este, donde el embrujo del mar no pierde efecto.

                                                                                                                    Continuará...

 (para el proyecto "Envejecer")


Algunas fotos de recuerdo, para este diario literario y personal:














NAVIDAD EN ALTEA

 



Han sido unos días de descanso dichosos. En este tiempo, nos contagiamos de ese espíritu navideño que saca de nosotros lo mejor de nosotros mismos.

La noche de Nochebuena fuimos a la Misa del Gallo a la parroquia de San José, en el vecino Alfaz del Pi. Había un coro, con una orquestina de guitarras, entrañable y conmovedor. La gente cantaba con ganas. Al cura principal le ayudaba otro sacerdote, que podría jugar al baloncesto, sin duda, debía medir cerca de dos metros. Luego nos enteramos que era alemán y estaba de paso, el alba y la casulla, prestadas, le quedaban por la pantorrilla. Al terminar nos dijo el cura: “Hoy ha venido más gente que ningún año, para celebrarlo os invito a chocolate, que he hecho yo mismo, ¡vamos, amigos, ya es Navidad!”.

Así que nos fuimos a la sala de la catequesis, llena de dibujos infantiles en las paredes. Nos sentimos más jóvenes allí. El chocolate nos lo servía con un cazo el propio cura y nos daba un trozo de un bizcocho, delicioso. Aprovechamos para hablar con el cura alemán. Casi no sabía español, nos dijo que estaba en una especie de intercambio, él venía seis meses a España y un cura de España iba otros seis a Alemania, a su iglesia protestante. Había venido con su mujer y sus hijos, de hecho llevaba el anillo de casado en un dedo de la mano. Otro milagro de la Navidad, pensé. Ese hermanamiento impensable hace años en religiones cercanas y, sin embargo, enemigas íntimas.

Al día siguiente, fuimos a comer a un conocido restaurante de la Plaza de la Catedral de Altea, El Café de los Artistas. Antes de llegar, unos ingeniosos aprendices de paparazzi nos robaron a mi mujer y a mí una foto, sin que nos diéramos cuenta. Uno se acercó, con ella impresa en un símil de papel de periódico. Le eché un rápido vistazo y sonreí. “Podríamos hacerles otra a toda la familia, miró a nuestros hijos que nos acompañaban, en un posado como Dios manda, aquí, en el mirador.”

Nos miramos entre nosotros. “Es la voluntad, señor. ¡Vamos, es Navidad!”, nos animó. ¡Cómo no ser generoso con ellos, pensamos nosotros, es Navidad!

El mirador y el mediodía, sobre las playas de Altea y de El Albir, con su impertérrito faro al fondo, nos lo agradecieron con esa luz que todavía conservamos en nuestra retina. ¡Es Navidad!

www.franciscorodrigueztejedor.com




miércoles, 20 de diciembre de 2023

¡FELIZ NAVIDAD!

 


Llegan las Navidades. ¡Un año más! Aunque te sientas más cansado y más viejo, por el lógico pasar de la vida durante el resto del año, llegan las Navidades y todos nos rejuvenecemos un poco.

Yo estoy haciendo ya la maleta, porque nos vamos de vacaciones. El año pasado nos fue muy bien en la playa y vamos a repetir este, también. Así que, las comidas familiares, parte, ya las hemos hecho y, parte, las haremos después. Madrid es un trajín estas fechas, casi estresante. Acabo de llegar en coche desde el centro de la ciudad y no he visto tráfico tan agresivo como este en el resto del año. Así que, relax, familia más íntima, sol, paseos, ejercicio y buenas comidas. Me apetece un montón. ¡A ver si todo sale bien!

Y unos apuntes de estos días: 

Acabo de descubrir, con gozo,  que nuestra querida actriz y vecina, Verónica Forqué, recientemente desaparecida, tiene un parque dedicado a ella en la misma calle que vivió: Victor de la Serna, muy habitual en mis últimas novelas, por otra parte. Lo inauguraron hace unos meses, aunque yo lo acabo de descubrir ayer con su nuevo nombre. ¡Cuánto me alegro! Lo prefiero, mil veces, a un nombre histórico que no me dice nada. Un homenaje a su sonrisa, sin duda.





El otro día, fuimos a poner unas velas en la parroquia del barrio, era el cumpleaños de mi suegra, que falleció también hace poco más de un año, y coincidió con un concierto de un coro de niños, magistral, no había escuchado nada igual. No grabé el sonido, pero sí hice una foto. Uno de los villancicos que más me gustó fue este, que yo también recojo en mi novela "Memorias del Sauce Curvo": https://www.youtube.com/watch?v=41FPVnXu6SE


Y me sorprendió este belén de la Clínica Universidad de Navarra, donde yo paso mis revisiones:





Da qué pensar. Por lo menos a mí.


En fin, la Navidad siempre nos hace mejores. ¡Qué bien! Os dejo esto que escribí para una de estas últimas. ¡Pasadlo de cine! ¡Y hasta la vuelta!


NOCHE DE PAZ 

El día y la noche son como el corazón del hombre, que ofrece a veces la luminosidad de sus buenos deseos y, otras, los momentos tenebrosos de destrucción y dolor. Pero, por una vez, la noche se llenará del resplandor de las estrellas de los hombres de buena voluntad, que hoy seremos todos Y solo habrá luz y alegría en las pupilas de los niños que la vivirán por primera vez. Y también en todos aquellos que alguna vez fuimos niños.

Yo os deseo una Noche de Paz. Porque la literatura nos hace niños de nuevo, soñando e imaginando mundos inocentes donde nadie muere de verdad y donde nosotros sólo somos los magos de las palabras, que crean la fugaz ilusión de poder vivir otras vidas y otros mundos, donde solo hay días luminosos y una sola noche como ésta.


Lectura: Lejos del Sauce Curvo:  amzn.to/3EweRMr

miércoles, 13 de diciembre de 2023

LLEGA LA NAVIDAD

 





Ando, estos días previos a la Navidad,  inmerso  en adecuar el guión de nuestra novela El donante a las necesidades de la productora Tus Ojos, en todo lo relativo a hacerlo atractivo para una subvención pública y para la atracción de inversores privados. En la  productora están apostando por él, pero lo anterior es imprescindible. Así que vamos a implementar una serie de cambios, entre ellos probablemente el nombre de la película, para adecuarlo más a una obra de cine independiente y vinculado a valores, que es la especialización de esta productora. Vamos a ver si todo llega a buen fin.

Aparte de esto, como todos mortales, de compras y cenas de Navidad, con amigos, compañeros, familia (es más cómodo salir fuera que recibir en casa) y, también, paseando y disfrutando de esta ciudad vestida de luces. Sí, llega la Navidad, con todo ese cruce de emociones que nos embargan en estas fechas.

 Aquí va un poema que escribí, bajo sus luces mágicas.


LUCES DE NAVIDAD


 Encenderán las luces,

 subirán hasta ellas

 como globos henchidos de aliento

 tus sonrisas de niño y trapo.


  Despertarán en el arca del desván

 de su sueño largo

 tus juguetes de inocencia, y de ilusión.

 Tus figuras de loza y barro.


   Volarán por la ventana

 en la noche oscura

 hasta los nidos de luz

 más allá de los tejados, 


 o se resguardarán en el suelo,

 bajo ese calor de los belenes

 luminosos

 de lumbre y paño.


 Tu gato y tu cordero,

 tu manzano y tu rosal,

 tu almohada de colores,

 la sonrisa de tu madre,

 brillarán de nuevo, 

 en el cielo oscuro

 y azul,

 estrellado.


Y eterno.


 La energía de tu padre,

 la paz de tus abuelos,

 ascenderán por la hiedra de destellos,

 que es esa escalera de luz

 que llega hasta el firmamento.


 Otro año más volverá la magia,

 el gozo y el dolor,

 la alegría y la tristeza

 del dulce recuerdo.


 Sí, encenderán las luces,

 y se apagará otro año,

 amargo, dulce,

 acabado.


 Paseas por las aceras.

 Ha llovido, el suelo está mojado,

 el cielo, lleno de estrellas,

 adornado.

 

Y desfilan ante ti

 todos los años que vendrán:

 concretos, intensos,

 escasos.


 Solo deseas convertirte ya en luz.

 Enamorar desde arriba

 a los de abajo,

 que pasearán un día como tú,

 con el alma rota, iluminada,

 bajo el brazo.


 Transformarte ya en esa magia de verdad,

 que hoy te envuelve con su halo.

 Y te hechiza.

 Convertirte en estrella

 no solo los días de Navidad.

 Sino ya siempre,

 solo luz,

 todo el año.  


viernes, 8 de diciembre de 2023

UNAS PALABRAS DEL AUTOR SOBRE "LEJOS DEL SAUCE CURVO"

 




Aprovechando una revisión de la edición de esta novela, es un proceso continuo, siempre hay errores que detectar o mejoras que introducir, el autor ha hecho un prólogo. Casi siempre lo hace para todos sus libros,  pero,  en este caso, se le había olvidado.

Ahí va:


             UNAS PALABRAS DEL AUTOR PARA LA PRIMERA EDICIÓN

     Lejos del Sauce Curvo es una novela sobre la búsqueda del amor, y de dar también un sentido a la sexualidad y su turbadora irrupción, desde los primeros compases de la adolescencia hasta el hallazgo del amor definitivo, bien entrada la edad adulta.  

     Este gran amor se pondrá a prueba ante un gran revés de la existencia, donde la confianza, los secretos de pareja, la honestidad, la intriga y los celos jugarán sus cartas en la partida de la relación amorosa de los protagonistas.  

      La vida en provincias de los sesenta y la de un Madrid en los 70 y 80, época donde se desarrollaron los grandes cambios que conforman la España de hoy: fin de la dictadura, asentamiento de la democracia, liberación de la mujer y su incorporación al mundo laboral, nuevos hábitos y estilos de vida, adhesión a Europa etc., son otras esquinas interesantes que configuran el paisaje donde se desarrolla la historia. 

     Los valores de aquella época y su espejo en el mundo actual son otro punto capital del valor añadido que ofrece esta novela a los lectores, tanto a los de la generación de los 60´, 70’ y 80’, porque recordarán de dónde vienen, cuáles han sido sus esfuerzos, sus luchas, tanto profesionales como sentimentales y por dejar un país mejor, como a los más jóvenes, que entenderán mucho mejor a sus padres y, por tanto, a ellos mismos. 

     Con este homenaje a las dos últimas generaciones que han protagonizado nuestra historia reciente, el autor ha pretendido también mostrar las grandes pasiones e ilusiones humanas que conforman tanto nuestro hoy como nuestro pasado más cercano.

     Por último, esta es una novela que pone en valor la memoria, los sentimientos, y los recuerdos de todos aquellos que nos amaron, porque son, en definitiva, el cimiento donde se asienta la confianza en nosotros mismos y en nuestra esperanza. 


      Su hermana: "MEMORIAS DEL SAUCE CURVO",  acaba de ser elegida por Amazon para su club de lectura vip: PRIME READING. Me alegro un montón del éxito de este libro, que nació como un homenaje a mi pueblo y a mis compañeros de infancia y se está convirtiendo con el tiempo en un clásico, no solamente en España sino allende los mares, de la novela familiar y de sentimientos.


    Lee la nueva versión revisada de LEJOS DEL SAUCE CURVO: amzn.to/3EweRMr 

lunes, 4 de diciembre de 2023

EL DONANTE, ¿AL CINE?

 



Hace unos días regresé de mi cabaña de la playa. Aquí, en la subida al faro, con Altea y El Albir al fondo.

Fuimos a descansar unos días. Y tuvimos tiempazo. Cada vez me gusta más ir allí, sobre todo fuera de temporada.

Aunque yo también aproveché para darle al guión cinematográfico de nuestra novela El donante. Mi mujer me tiene terminantemente prohibido trabajar en vacaciones cuando estoy con ella. Pero yo soy como el chico al que le gusta el chocolate, siempre encuentra situaciones para hincarle el diente.  Me levantaba dos horas antes y, cuando desayunábamos juntos, yo había hecho ya mi labor. Y aquí paz y, después, gloria.

A la vuelta a Madrid he estado de hoz y coz con él, porque la productora Tus Ojos lo estaba esperando como agua de mayo, así que con la ayuda de mis hijos, Alicia y Guillermo, lo enviamos, por fin, anoche. 

¿Se hará película? Veremos. Competirá con otros proyectos de la productora, algunos mucho más avanzados. Y, luego, como siempre, dependerá de los inversores, de la financiación y de mil palos de la baraja.

Yo, de momento, eso sí, con ayuda, he hecho mi trabajo. Ahora ya no depende de mí. Esperemos que las meigas, o las hadas, o el destino, o,  qué se yo, estén de mi parte.

El donante, por otra parte, acaba de ser seleccionada para el club de lectura vip de Amazon: Prime Reading. Está teniendo un reverdecer de difusión sobre la buena que ya tenía, de lo cual me alegro mucho.

Y una película que vi el sábado: Un amor, el tan traído y llevado film de Isabel Coixet, sobre la novela del mismo nombre de Sara Mesa. Yo no he leído la novela, pero la historia me gustó mucho, no tanto la película, no porque esté mal sino porque creo que se le podía haber sacado más jugo. Eso sí, la banda sonora, genial. Yo he descubierto a Max Rabee, no lo conocía. Aquí os dejo el link: https://www.youtube.com/watch?v=uXxmGC-NSks

miércoles, 29 de noviembre de 2023

DONDE NACE LA ALEGRÍA

 




DONDE NACE LA ALEGRÍA

La alegría es un pálpito extraño que cava sus raíces en la tierra honda. Y cría luego una extraña flor que llena de fragancia todos los rincones de tu casa.

No hay vitamina que te llene tanto de energía, ni masaje alguno que te tonifique el corazón y te lo agrande tanto. Pesarás menos que una pluma y volarás sin esfuerzo hasta las colinas desde donde todo se ve más claro. Y no te cansarás jamás, ni podrá contigo la negra pena.

Tú eres el hombre más afortunado del universo. Porque ella te espera, con esa sonrisa que es lo más brillante que reluce en el firmamento y tú vas, a su encuentro, flotando por la calle, como lo hacen los globos llenos de aliento.

Y encuentras el mundo tan bien hecho que la alegría te inunda y te desborda y la gente te mira con la boca abierta al pasar...

lunes, 20 de noviembre de 2023

OTOÑO OTRA VEZ

 











Sabes ya que ninguna chica
te sueña en las playas de Acapulco.
Y que todos los zapatos que te pruebas
tienen agujereadas las ensuciadas suelas.

Perdiste la batalla contra el reloj.
Y la íntima serpiente
no hace sino mordisquearte
en tu última víscera viva.

¿Qué pasó?
¿Dónde están los dorados horizontes?
Sólo el espejo retrovisor te muestra
el paisaje que tú todavía entiendes.

Y las hojas alfombran el pavimento.
¿No oyes cómo cruje tu alma
al pisarlas?
¿No percibes su perfume
de ocres y marrones sin fin?

En el mar de Tasmania
tus sueños flotan acostados en el agua.
Y en el fuego crepitan
dos tizones alicaídos y decrépitos
viejas antorchas de tus pasadizos secretos.

Llegó la hora de la despedida.
Los niños se hacen mayores
y dejan de reír.
Mientras el otoño extiende su capa
y las sirenas desaparecen
por el sumidero de tu bañera.

Sí, llegó el otoño.
Y dejó sin luz esas ventanas
por donde ahora huyen los pájaros.
Mientras tú bajas las persianas,
antes de que caiga la noche
y las estrellas alumbren
todo lo que el tiempo
también se llevó
de ti.

sábado, 11 de noviembre de 2023

LA VIDA PASA

 


A veces uno tiene la sensación de que la vida se ha pasado como un suspiro. Bueno, todavía no se ha pasado, nadie sabe nunca a qué distancia está de la muerte, pero, por edad media, cabría esperar un par de decenas de años más. Tampoco mucho más. No nos hagamos ilusiones. Además, que tampoco se trata de durar y durar, sino de aportar a la vida y no pasarla como un vegetal.

En cualquier caso, ya no es mucho lo que  queda, solo un cuarto de la vida en el mejor de los supuestos, por eso es tiempo de balance y aprovechar bien el tiempo que nos queda.

Pero, otras veces, uno es consciente de que la vida da para mucho. Yo he escrito dos novelas largas sobre el niño y joven Germán, con una biografía formal parecida a la mía y te das cuenta de que en la vida pasan muchas cosas, de que se ha hecho un largo recorrido, de que han sido toneladas de esfuerzo y miles de momentos buenos y provechosos, junto a un porcentaje de desagradables o desaprovechados, que es propio de humanos.

Como concluye Lejos del Sauce Curvo, no estamos solos en esta singladura. Procedemos generalmente de una familia que nos amó y nos sacó adelante y luego nosotros, enriquecidos y repletos de conocimiento y buenas intenciones, hemos formado la nuestra con mayor o menor éxito, ¿quién puede medir esto? , yo, hoy por hoy, me siento muy afortunado. Todos hemos dado cumplimiento a nuestro elegido destino y, a esta edad, nuestros retoños ya vuelan solos. También llevan a la espalda la mochila que nosotros hemos ayudado a construir y, en no mucho tiempo, si no lo han hecho ya,  ellos empezarán a hacer lo mismo. El ciclo de la vida que nunca se acaba, solo se regenera y avanza, una y otra vez, en este esfuerzo colectivo y gigantesco de llevar el mundo hacia adelante.

El otro día estuvimos en la boda de un familiar. Me gustan las bodas, como a todo el mundo, más que los funerales. Me gusta su alegría, la alegría de los comienzos, de los proyectos de futuro. Era la primera vez que asistíamos a una boda toda la familia completa: nosotros, nuestros hijos y sus parejas. También fue un comienzo para nosotros como nueva familia. Y fue un gran momento para hacerlo. ¡Alegrías que te da la vida en este última estación!
















Brindemos por ello, por estar juntos.





viernes, 10 de noviembre de 2023

UN DÍA DE UN ESCRITOR

 



UN DÍA DE UN ESCRITOR
El escritor se levantó pronto. Tenía una mañana ocupada. Y no con la escritura precisamente. Sino con el cine. Quería ayudarles a sus hijos en la revisión de los contratos de su participación en el documental “Puetas abiertas” sobre igualdad de género. El escritor, salvo excepciones, no contempla ya participar en la producción ejecutiva de ninguna obra cinematográfica más. Quiere retirarse de toda actividad profesional excepto escribir: libros y guiones de cine. Pero sus hijos quieren coger el relevo y él los está entrenando al respecto.
Dedicó luego un tiempo a madurar los proyectos literarios que materializará al año que viene. Al escritor le gusta que los mismos bullan en su cabeza durante un tiempo y, a través de un proceso de selección natural como en la propia naturaleza, venza el que resista más, es decir el que le convenza más.
Hay dos que llevan la delantera: el guion de “El donante” y la tercera parte de la serie “El Sauce Curvo”, que ya tiene nombre, se llamará: “El regreso al Sauce Curvo”. Pero, ya veremos, se dice el escritor. Todavía tiene tiempo de brujulear, de hacer pruebas y ensayos hasta enero.
Por la tarde tenía acto literario. Su novela “Lejos del Sauce Curvo” había sido nombrada “Libro del mes” en la Asociación cultural de El Espinar, Segovia. Pintaba un día lluvioso, ventoso y frío y tenía el hándicap de que el mes anterior había sido la novela “El cuarto de la plancha” de la gran Inma Chacón la nombrada. Se temía poca asistencia y un acto deslucido. Fue todo lo contrario, el salón lleno, mucho interés, casi toda la gente había adquirido y leído el libro, tanta, o más, que con Inma Chacón.
El escritor todos los días tiene correspondencia con sus lectores virtuales, siempre hay alguno, o varios, que le comentan sus impresiones sobre sus obras, pero ha de reconocer que el contacto personal, ese mirarse a los ojos, no tiene precio. Y firmar los libros, y dedicarlos. “¿Cómo te llamas” “Mercedes, pero ponme, por favor, Merce”. “Para Merce, mi querida amiga de El Espinar, este libro de recuerdos, esperando que te haga soñar. Un abrazo. El Espinar 9-11-2023”. Estuvo firmando un rato.
Luego, en el cóctel, la gente se le acerca. Quieren saber cuánto de él hay en el libro. ¡Cómo si él lo supiera! Todos los personajes de este libro tienen un trasunto real, pero literaturizado, piensa en su interior, pero no es lo que dice. “Es una novela, nada más. Inspirada en muchas cosas, algunas reales, otras oídas, otras imaginadas”. Y la lectora trata de calibrar la autenticidad de esa respuesta, en ese proceso de canibalización del autor, de llegar a sus más íntimas entrañas, que todo lector hace cuando lee la obra de alguien. Y el escritor piensa que no hay tanta distancia entre lo que piensa y lo que ha dicho: todo es solo literatura, que no es real ni irreal, sino un arte de crear mundos literarios para disfrute y reflexión de los lectores (y del propio autor).
Regresa de noche en compañía de su amigo, y presentador hoy, Javier de la Nava y, mientras cruzan la sierra de Madrid, solo intuida, más allá de la sombra que la oculta, se dice. “Otro día. Viviendo, disfrutando, de esta pasión que me llena. Mañana será otro. Otro día más”.
LEJOS DEL SAUCE CURVO: La novela para las personas a quienes importa dónde nacieron, quiénes fueron y quiénes las amaron amzn.to/3EweRMr

sábado, 4 de noviembre de 2023

EL PRIMER TRABAJO

 



      Ayer fue un día especial. Quedamos a comer en El Pardo muchos de los compañeros del Servicio Extranjero, en el antiguo Banco de Bilbao de la calle Alcalá de Madrid. Hace casi 50 años comencé a trabajar allí, con apenas 17 años.  Estuvimos juntos más de  ocho.  ¡Cuántos recuerdos! ¡Qué jóvenes éramos entonces todos! Ahora ya estamos jubilados y peinamos canas, y eso con suerte, aunque yo haya heredado el pelo de mi abuela Marcelina y tenga mucho todavía y poca nieve en él.

     Fue una comida de anécdotas y de nostalgias. De cariño y de recuerdos. También de entristecernos al enterarnos de que algunos compañeros y casi todos los jefes ya nos abandonaron para siempre. Aunque yo creo que no es para siempre, pero ese no es ahora el tema.

     También se habló de mi última novela "Lejos del Sauce Curvo" que recrea también aquellos años "en un banco de la calle de Alcalá", se recogen en ella algunas anécdotas verdaderas de aquella época entrañable. Por cierto, que ya empiezan a llegar las reseñas y valoraciones en Amazon y por el momento no pueden ir mejor.

     Coincidimos todos en que esta época de la jubilación puede ser, es, maravillosa, salvo por las inevitables goteras que empiezan a aparecer en nuestros tejados. Lo del pelo y los kilos es lo de menos, en confianza nos contamos nuestras artrosis, mala vista, peor oído y otras cosas que no se nombran. ¡En fin, fue bonito ser jóvenes juntos y, sobre todo, poderlo recordar ahora!

      La tercera es la edad de los recuerdos, sin duda. Por eso yo escribí esta novela, porque era lo que más me apetecía en estos momentos. Disfrutar de los recuerdos es vivir dos veces, con la ventaja de que en la segunda solo te quedas con los momentos buenos, los malos han desaparecido por las cañerías del olvido. ¡Qué bien!

      De mi departamento, aquel universo femenino de diez mujeres con solo un trío de chicos, fuimos tres  a la comida y nos hicimos unas fotos juntos, ¡cómo no!

      Con Alicia, aquella compañera que se casó el día que yo entré y que sigue estando tan guapa y alegre como entonces,  ahora tiene cinco nietos y es vecina mía y coincidimos en un cine cercano a menudo. Y con Pedro Pablo, que me llevaba a los estrenos de teatro a claquear, como aplaudidores contratados que éramos. También íbamos juntos a los archivos de temas antiguos del banco en Fuenlabrada, en unas naves enormes llenas de legajos, a pelearnos con las ratas para encontrar la documentación que buscábamos

     Nos hemos juramentado Pedro Pablo, Alicia y yo, para reunir de nuevo a casi todos los compañeros de aquel departamento, aunque tendremos que lamentar la ausencia del jefe y de alguna compañera que ya nos dejaron.

     En aquel departamento,  un chaval de pueblo, como yo, aprendí tantas cosas que podría escribir cinco novelas con ello.

     ¡Fue un placer la comida! Esperemos que el organizador, el entrañable Maximino, nos pueda reunir de nuevo al año que viene.




     




lunes, 30 de octubre de 2023

¿ESTAMOS SOLOS EN EL UNIVERSO?


 

La vieja pregunta sin respuesta. La pregunta más importante que el hombre se ha formulado desde siempre. Es decir, ¿hemos surgido por generación espontánea?, ¿por un cruce fortuito de moléculas que ha producido la vida en el fondo marino y, por evolución, nos ha llevado hasta la persona humana?

¿O, bien, procedemos, nosotros y todo el universo, de un creador  que lo organizó todo y vela por nosotros?

Hoy, podría pensarse, erróneamente como se verá después, que estas cosas no interesan, que son cosas del pasado, que es mejor pensar en los cuatro días que vivamos y, aquí, paz, y después gloria. Hoy parecería que todo el mundo vive, o malvive,  ajeno  a Dios El Creador. Estamos inmersos en nuestro hedonismo y en mirarnos el ombligo. No tenemos tiempo, ni ganas, en fés, ni en esperanzas y, mucho menos, en caridades. Vivimos nuestra vida hasta que se acabe, eso sí, lo mejor posible.

Me lo recomendaron y lo compré: el libro más vendido en Francia, también ha irrumpido con fuerza ahora en España y en otros países: "Dios, la ciencia, las pruebas". Un trabajo de investigación que reúne los trabajos al respecto de 260 grandes científicos y 62 premios Nobel, sobre la existencia de Dios.

El hilo conductor es el consenso general actual de que el universo tendrá un final, el fin por muerte térmica; las estrellas, nuestros soles, se irán apagando lentamente y el mundo entero se quedará sin energía y desaparecerá. Y si el mundo tiene un final es porque ha tenido un principio, un creador; la otra alternativa es el materialismo: la materia, la energía, es eterna y existe desde siempre y existirá eternamente. No es necesario un Dios creador.

La ciencia y la religión siempre han sido mundos contrapuestos. Es más, los científicos nunca la han tomado en serio. Este libro precisamente llega a la existencia de Dios a través de la ciencia.

Es una lectura muy recomendable aunque, a veces, es difícil, por su complejidad técnica: conceptos de termodinámica, de la teoría de la relatividad, etc., con las que el común de los mortales no estamos familiarizados. Pero vale la pena. Es una vía de llegar a Dios, más que por fe, por convencimiento, por prueba científica. 

La verdad es que reconforta, aunque uno no sea religioso, la prueba de que no estamos aquí solos y sin finalidad alguna. De que nuestra vida no acaba con la muerte, y de que volveremos a ver a nuestros seres queridos que tanto recordaremos dentro de unos días, cuando visitemos el sitio en el que los vimos, y nos despedimos de ellos por última vez.

Aparte de este libro, que os recomiendo, acercaos a mi última novela, sobre el amor y la vida precisamente: "LEJOS DEL SAUCE CURVO, una novela para aquellas personas a quienes importa  dónde nacieron y las personas que los amaron: En Amazon: amzn.to/3EweRMr



domingo, 22 de octubre de 2023

LA ESTRELLA DE VERÓNICA

 



LA ESTRELLA DE VERÓNICA

 

Hace unos días paseaba por la calle Víctor de la Serna, una localización habitual en mis novelas, con un amigo del barrio. Poco antes de llegar al Parque Berlín me dijo: “Mira, ese es el portal de la casa de Verónica Forqué, ¡donde se suicidó!”.

 

Me quedé impactado. Yo había leído la noticia, claro, cuando ocurrió hace unos meses. Pero no tenía idea de que éramos casi vecinos. Por ello, el que una mujer que poseía una de las sonrisas más cálidas y bondadosas del cine español, acabara sus días por su mano en aquel cuarto de baño al que ambos dirigíamos ahora nuestras miradas, me impresionó en aquel momento todavía más.

 

No sé qué pasa exactamente por la mente en esos instantes de infortunio. Dicen que sienten tanto dolor y que su vida vale tan poco que la mejor solución para ellos y para los que les rodean es su partida definitiva. 

 

Yo al día siguiente partía para unos días de vacaciones en Alicante, junto a las playas del Albir. Allí, entre El Albir y Altea, hay un paseo de la fama al estilo del de Hollywood, más modesto, claro, que acompaña a un Festival que hacen de cierto renombre. Hay en él un par de docenas de estrellas del cine español de todos los tiempos.

 

Confieso que la busqué con ahínco. Con el corazón en un puño. Deseando firmemente que su eterna sonrisa, que ganó cuatro Goyas, no hubiera desaparecido para siempre. 

 

Y allí estaba, para recuerdo de todos nosotros, bañada por la luz de la luna y envuelta en el ruido de las olas, con el faro del Albir de testigo al fondo. 

 

Me alegré sobremanera de que un mal traspiés no hubiera acabado, ni por asomo, con una de las actrices que nos hicieron soñar.

 

Junto a su recuerdo pasean las parejas, las familias y juegan de día los niños, mientras el mar brilla con ese azul inmenso que espanta a los malos hados, esos que, aunque lo crean, no pudieron borrar a Verónica y a su  sonrisa. Siempre estrella, siempre con nosotros.

 

 “Lejos del sauce curvo”, la novela del amor y la vida. Acércate a ella: amzn.to/3EweRMr

 

 

sábado, 14 de octubre de 2023

BUSCANDO EL RELAX

 


Justo acabo de regresar de una escapada a la playa. Cuando me entra el agobio de la gran ciudad huyo a mi cabaña de Alicante, entre Altea y las playas del Albir. Allí me olvido de todo, de la literatura, del cine, de los compromisos y de mi agenda, que siempre me mira, trasladándome sus urgencias. Que son suyas, me digo, me trato de decir, no mías.

Así que estaba yo tan feliz, playa, paseíto, cena, hasta anoche. En un pis pas recibí dos llamadas. La primera, de un antiguo compañero de trabajo del mundo de las finanzas. Él sigue todavía trabajando en uno de esos organismos dependientes del Banco Mundial y los últimos años los ha pasado en varias de esas entidades que podríamos asimilar a la ONU de las finanzas internacionales. Me dice: "Paco, me tienes que ayudar a escribir un libro sobre todo este mundo que yo tan bien conozco, no sabes la cantidad de sótanos de corrupción, de maniobras políticas,  y hasta de espías influyendo en la manguera de reparto de estos fondos por doquier, en cuanto me jubile, que va a ser ya mismo, quiero hacer una novela del ficción pero retratando fielmente todo este universo. Y, sin dejarme hablar, me dice: "Ahora estoy en Hong Kong, pero voy a Madrid a mediados de noviembre, que se me casa una hija, te llamo y hablamos, ¿cuento contigo, verdad, Paco?". Y yo, cogido por la sorpresa, y que no sé decir que no a ningún proyecto literario, le confirmé que hablaríamos a mediados de noviembre.

Casi sin colgar me llama uno de mis hijos, me dice que tenemos que retomar sí o sí aquel viejo proyecto de entrevistas a altos directivos del IBEX, que ahora tiene hueco en su agenda y que cuándo empezamos. Lo que no me pregunta es si yo tengo hueco en la mía, cuando estás jubilado todo el mundo te supone ready. En fin, otro cacao.

Me temo que el productor Manuel Serrano también me plantee algo, estará terminado de montar "Hoy es todavía" y empezará a pensar en el año que viene. ¡Miedo me da!

Total, que aquí estoy de nuevo en Madrid, con más agobio que cuando me fui. Mi mujer me dice que paciencia y que haga mi vida, así, como si fuera tan fácil. Total, que ya estoy mirando el calendario para ver cuándo huyo de nuevo a mi cabaña de Alicante, eso sí, ¡dejándome el móvil en el foro! ¡O, mejor, tirándolo por la ventana! ¡Casi, que el mundo de las finanzas era más relajado! 

Ah, no dejéis de leer LEJOS DEL SAUCE CURVO, pasaréis un buen rato, ¡y sin agobios!

amzn.to/3EweRMr

domingo, 8 de octubre de 2023

UN BOLO INOLVIDABLE CON LA GRAN ESCRITORA INMA CHACÓN


 


Me llamó mi viejo amigo, profesor y contertulio Javier de la Nava: "Hemos nombrado libro del mes de noviembre a "Lejos del Sauce Curvo" y este mes de octubre, que abrimos curso, viene Inma Chacón a hablarnos de su última novela "El cuarto de la plancha". ¿Qué te parece si para ir abriendo boca con tu novela nos ayudas a presentar en nuestra Asociación Cultural a Inma Chacón?".

No hago muchos bolos de escritor, sobre todo si hay que salir de Madrid, siempre ando falto de tiempo y pienso que, hoy en día, a través de las redes sociales puedo mantener un buen contacto con mis lectores y se puede llegar a más gente. Pero en este caso no me podía negar. Hice bien, porque este bolo, que hicimos el pasado jueves en El Espinar de Segovia, va a ser inolvidable en mi memoria. ¡Me lo temo! Vamos a ello.

Debido a unas obras en la calzada, empecé llegando tarde a la casa de Inma Chacón, pero mi amigo Javier de la Nava todavía se retrasó más e Inma, que bajó muy guapa, remató con otro retraso adicional. Así que salimos justitos de tiempo para llegar a El Espinar a las siete de la tarde.  Javier me decía, somos muy puntuales en la Asociación, cinco minutos de cortesía como mucho. Así que yo que conducía mi coche me peleaba con el tráfico infernal que había a esa hora a la salida de Madrid.

La cosa había empezado mal por la mañana, se me complicó y apenas tuve tiempo para pergeñar la presentación que tenía que hacer sobre Inma Chacón y su novela que acababa de terminar de leer. Bueno, me dije, en el coche trato de no hablar y pienso un poco en ella y, como iremos bien de tiempo, la repaso al llegar.

Entre el denso tráfico y que hilamos un tema de conversación fascinante: inventamos entre los tres la teoría de que la falta de vocabulario de los jóvenes de hoy, llevaba a un pensamiento escueto y ramplón, que se convertía en caldo de cultivo del populismo para sus mensajes simplistas e instintivos, llegamos a El Espinar a las 6,55. Se bajaron Inma y Javier y una persona del Espinar vino a acompañarme a aparcar, ¡casi a medio kilómetro! Cuando entré a la Asociación, donde había lleno a rebosar, ya me esperaban como agua de mayo.

En fin, bebí un poco de agua y me arranqué con la biografía de Inma, que es muy buena gente y, sobre todo, una gran escritora de la literatura española, finalista del Planeta, y autora de media docena de grandes novelas aclamadas por la crítica y el público. Eso me lo sabía de memoria. Bebí otro trago de agua y me arranqué con lo difícil, hablar de la novela "El cuarto de la plancha", una maravilla que todos los presentes se habían leído ya. Mi papel garabateado descansaba en la mesa, pero ya no me daba tiempo a mirarlo. Así que tiré de improvisación y, sobre todo, de corazón. A mí siempre me cuesta hablar en público, aunque luego me dicen que lo hago muy bien, ¡toma nísperos! Cuando terminé me dieron un largo aplauso. Le pregunté a Inma: "¿Qué tal?" "Me ha encantado, me dijo, y, además, sin papel, qué tío". Luego los presentes preguntaron a Inma todo lo que se les ocurrió sobre la novela. Inma es una escritora entrañable y el público lo pasó fenomenal. El acto fue un éxito.

En el cóctel posterior, yo ya muy relajado me tomé varias cervezas, se me acercó uno de los asistentes y me dio la alegría de la noche: "¿Sabes que esta primavera me fui a conocer Sacecorbo? ¡Quería saber cómo era de verdad El Sauce Curvo de tu libro!" (Yo había estado hacía algunos años presentando en esta misma asociación mi novela "Memorias del Sauce Curvo"). "Estoy como loco por leer la nueva, "Lejos del Sauce Curvo"”. A veces Dios se apiada de nosotros en nuestros días negros y nos ofrece, a los humildes escritores como yo, perlas como esta que me enorgullecen a mí y a mi pueblo.

Inma se me acercó: "Paco, mañana tengo otro bolo en mi tierra, querría llegar pronto a Madrid". Así que nos despedimos de todos y volvimos, ya los dos solos, Javier se quedó en su casa del Espinar, a Madrid. Por un momento me dirigí al baño a descargar las cervezas pero se me acercó otro lector, vi los ojos de Inma más allá y regresé con ella.

El viaje de vuelta se nos pasó volando. Agarramos el tema de: ¿qué hay más allá de la muerte?, donde Inma y yo tenemos posiciones antagónicas y estuvimos peleándonos hasta la entrada de Madrid, sin pensar en otra cosa. Allí, mientras cogía la M-30 y cerrábamos la discusión, recibí el primer aviso. Y el último. Las varias cervezas del cóctel me avisaban con urgencia que querían salir. Estuve valorando la situación: la premura de Inma en llegar, la dificultad de salir del túnel del Manzanares y mi resistencia.

Iba al límite de lo permitido pero el coche pareciera que no se movía. Empecé a pensar que no iba a poder llegar a la casa de Inma. Mientras ella me hablaba de que su hija pequeña, actriz, había roto con el novio y se había instalado de nuevo en su casa, toda una experiencia que daría para una novela, me decía, yo me apretaba discretamente la entrepierna y me devanaba dónde ir. Me acordé de una gasolinera que estaba justo en la salida de Costa Rica, cerca de mi casa y allí me encaminé. El GPS, con la dirección de Inma en su memoria, me corregía: gire a su izquierda. Inma me dijo: "Paco, es a la izquierda". Se lo tuve que contar, claro. Ella me dijo: "¿Estás seguro que allí hay baño?”. No  le contesté, hablar no me sentaba bien para mi problema. Ya me tocaba entre las piernas sin ninguna discreción, mientras Inma, muy inteligente, hablaba ella sola, tratando de distraerme: "Hacía cuánto que no nos veíamos, Paco, yo creo que unos seis años, ¿no? Pues hoy te he visto inclusive más joven que entonces, me tienes que dar el teléfono de esa dietista tuya con la que has adelgazado tanto". Yo sabia que, a su modo, trataba de darme ánimos.

Llegamos al desvío de Costa Rica y lo tomé, se veía la gasolinera a doscientos metros. Aquello fue la puntilla. Mi organismo a la vista de tan próximo remedio decidió acelerar su presión. No podía más. A riesgo de hacérmelo encima frené de repente en la curva de entrada a la Plaza José María Soler. A la derecha de la calzada, cercados por una valla, había unos árboles, su sombra me protegería algo y si no, me daba igual, con tal de salir de aquel suplicio. Inma se quedó con cara de pasmo en el coche y, justo detrás de él, descargué aquellas cervezas sobre los árboles, menos mal que no venía casi nadie, bueno, es decir, lo hice tan rápido que solo pasaron dos coches con unas chicas jóvenes que se quedaron mirando por la ventanilla.

Regresé al coche azorado. ¡Qué vergüenza, lo había hecho delante, digo detrás, de aquella insigne escritora, que además provenía de una familia aristocrática! Entré en él con la cabeza baja, pero allí  me esperaba la dulce sonrisa de Inma. "No te quejes, que has encontrado unos árboles, a mí me pasó en Lanzarote sobre un camello. Era después de comer, en una excursión y me ocurrió como a ti, se me pasó ir al baño. Me tuve que bajar del camello, no veas cómo se mueve el animal, y hacerlo en pleno desierto, a la vista de todos, porque allí no hay absolutamente nada tras lo que guarecerse". Ah, el consuelo de Inma, una mujer dulce e inteligente como pocas.

Llegamos a su casa. "Ves por qué no me gusta esto de los bolos, le dije, luego pasan estas cosas y encima no escribo". "Ah, Paco, ahora sé que eres un escritor auténtico, como yo, porque tienes necesidad de escribir cada día, ¿verdad?". "Sí, le contesté, como el respirar". Me miró con cariño: "Me ha gustado mucho lo que has dicho de mí en la presentación, que creo mundos literarios, donde el lector entra y vive en ellos como un personaje más, y aprende, aprende a cómo ser feliz, o, si ya lo es, a serlo todavía más y por más tiempo. Nunca me había dicho nadie algo tan bonito". "Es la verdad. Me lo dijiste tú la última vez que nos vimos", le contesté. "Si es que tengo una cabeza... Anda, dame el teléfono de tu dietista".... me pidió mientras la noche se dormía a la puerta de su casa. Salimos del coche y nos despedimos hasta la próxima. El próximo bolo. Hasta entonces, en el recuerdo, la sonrisa de Inma.

No dejes de leer mi última novela  "Lejos del Sauce Curvo", te lo pasarás bien:  amzn.to/3EweRMr