miércoles, 29 de noviembre de 2023

DONDE NACE LA ALEGRÍA

 




DONDE NACE LA ALEGRÍA

La alegría es un pálpito extraño que cava sus raíces en la tierra honda. Y cría luego una extraña flor que llena de fragancia todos los rincones de tu casa.

No hay vitamina que te llene tanto de energía, ni masaje alguno que te tonifique el corazón y te lo agrande tanto. Pesarás menos que una pluma y volarás sin esfuerzo hasta las colinas desde donde todo se ve más claro. Y no te cansarás jamás, ni podrá contigo la negra pena.

Tú eres el hombre más afortunado del universo. Porque ella te espera, con esa sonrisa que es lo más brillante que reluce en el firmamento y tú vas, a su encuentro, flotando por la calle, como lo hacen los globos llenos de aliento.

Y encuentras el mundo tan bien hecho que la alegría te inunda y te desborda y la gente te mira con la boca abierta al pasar...

lunes, 20 de noviembre de 2023

OTOÑO OTRA VEZ

 











Sabes ya que ninguna chica
te sueña en las playas de Acapulco.
Y que todos los zapatos que te pruebas
tienen agujereadas las ensuciadas suelas.

Perdiste la batalla contra el reloj.
Y la íntima serpiente
no hace sino mordisquearte
en tu última víscera viva.

¿Qué pasó?
¿Dónde están los dorados horizontes?
Sólo el espejo retrovisor te muestra
el paisaje que tú todavía entiendes.

Y las hojas alfombran el pavimento.
¿No oyes cómo cruje tu alma
al pisarlas?
¿No percibes su perfume
de ocres y marrones sin fin?

En el mar de Tasmania
tus sueños flotan acostados en el agua.
Y en el fuego crepitan
dos tizones alicaídos y decrépitos
viejas antorchas de tus pasadizos secretos.

Llegó la hora de la despedida.
Los niños se hacen mayores
y dejan de reír.
Mientras el otoño extiende su capa
y las sirenas desaparecen
por el sumidero de tu bañera.

Sí, llegó el otoño.
Y dejó sin luz esas ventanas
por donde ahora huyen los pájaros.
Mientras tú bajas las persianas,
antes de que caiga la noche
y las estrellas alumbren
todo lo que el tiempo
también se llevó
de ti.

sábado, 11 de noviembre de 2023

LA VIDA PASA

 


A veces uno tiene la sensación de que la vida se ha pasado como un suspiro. Bueno, todavía no se ha pasado, nadie sabe nunca a qué distancia está de la muerte, pero, por edad media, cabría esperar un par de decenas de años más. Tampoco mucho más. No nos hagamos ilusiones. Además, que tampoco se trata de durar y durar, sino de aportar a la vida y no pasarla como un vegetal.

En cualquier caso, ya no es mucho lo que  queda, solo un cuarto de la vida en el mejor de los supuestos, por eso es tiempo de balance y aprovechar bien el tiempo que nos queda.

Pero, otras veces, uno es consciente de que la vida da para mucho. Yo he escrito dos novelas largas sobre el niño y joven Germán, con una biografía formal parecida a la mía y te das cuenta de que en la vida pasan muchas cosas, de que se ha hecho un largo recorrido, de que han sido toneladas de esfuerzo y miles de momentos buenos y provechosos, junto a un porcentaje de desagradables o desaprovechados, que es propio de humanos.

Como concluye Lejos del Sauce Curvo, no estamos solos en esta singladura. Procedemos generalmente de una familia que nos amó y nos sacó adelante y luego nosotros, enriquecidos y repletos de conocimiento y buenas intenciones, hemos formado la nuestra con mayor o menor éxito, ¿quién puede medir esto? , yo, hoy por hoy, me siento muy afortunado. Todos hemos dado cumplimiento a nuestro elegido destino y, a esta edad, nuestros retoños ya vuelan solos. También llevan a la espalda la mochila que nosotros hemos ayudado a construir y, en no mucho tiempo, si no lo han hecho ya,  ellos empezarán a hacer lo mismo. El ciclo de la vida que nunca se acaba, solo se regenera y avanza, una y otra vez, en este esfuerzo colectivo y gigantesco de llevar el mundo hacia adelante.

El otro día estuvimos en la boda de un familiar. Me gustan las bodas, como a todo el mundo, más que los funerales. Me gusta su alegría, la alegría de los comienzos, de los proyectos de futuro. Era la primera vez que asistíamos a una boda toda la familia completa: nosotros, nuestros hijos y sus parejas. También fue un comienzo para nosotros como nueva familia. Y fue un gran momento para hacerlo. ¡Alegrías que te da la vida en este última estación!
















Brindemos por ello, por estar juntos.





viernes, 10 de noviembre de 2023

UN DÍA DE UN ESCRITOR

 



UN DÍA DE UN ESCRITOR
El escritor se levantó pronto. Tenía una mañana ocupada. Y no con la escritura precisamente. Sino con el cine. Quería ayudarles a sus hijos en la revisión de los contratos de su participación en el documental “Puetas abiertas” sobre igualdad de género. El escritor, salvo excepciones, no contempla ya participar en la producción ejecutiva de ninguna obra cinematográfica más. Quiere retirarse de toda actividad profesional excepto escribir: libros y guiones de cine. Pero sus hijos quieren coger el relevo y él los está entrenando al respecto.
Dedicó luego un tiempo a madurar los proyectos literarios que materializará al año que viene. Al escritor le gusta que los mismos bullan en su cabeza durante un tiempo y, a través de un proceso de selección natural como en la propia naturaleza, venza el que resista más, es decir el que le convenza más.
Hay dos que llevan la delantera: el guion de “El donante” y la tercera parte de la serie “El Sauce Curvo”, que ya tiene nombre, se llamará: “El regreso al Sauce Curvo”. Pero, ya veremos, se dice el escritor. Todavía tiene tiempo de brujulear, de hacer pruebas y ensayos hasta enero.
Por la tarde tenía acto literario. Su novela “Lejos del Sauce Curvo” había sido nombrada “Libro del mes” en la Asociación cultural de El Espinar, Segovia. Pintaba un día lluvioso, ventoso y frío y tenía el hándicap de que el mes anterior había sido la novela “El cuarto de la plancha” de la gran Inma Chacón la nombrada. Se temía poca asistencia y un acto deslucido. Fue todo lo contrario, el salón lleno, mucho interés, casi toda la gente había adquirido y leído el libro, tanta, o más, que con Inma Chacón.
El escritor todos los días tiene correspondencia con sus lectores virtuales, siempre hay alguno, o varios, que le comentan sus impresiones sobre sus obras, pero ha de reconocer que el contacto personal, ese mirarse a los ojos, no tiene precio. Y firmar los libros, y dedicarlos. “¿Cómo te llamas” “Mercedes, pero ponme, por favor, Merce”. “Para Merce, mi querida amiga de El Espinar, este libro de recuerdos, esperando que te haga soñar. Un abrazo. El Espinar 9-11-2023”. Estuvo firmando un rato.
Luego, en el cóctel, la gente se le acerca. Quieren saber cuánto de él hay en el libro. ¡Cómo si él lo supiera! Todos los personajes de este libro tienen un trasunto real, pero literaturizado, piensa en su interior, pero no es lo que dice. “Es una novela, nada más. Inspirada en muchas cosas, algunas reales, otras oídas, otras imaginadas”. Y la lectora trata de calibrar la autenticidad de esa respuesta, en ese proceso de canibalización del autor, de llegar a sus más íntimas entrañas, que todo lector hace cuando lee la obra de alguien. Y el escritor piensa que no hay tanta distancia entre lo que piensa y lo que ha dicho: todo es solo literatura, que no es real ni irreal, sino un arte de crear mundos literarios para disfrute y reflexión de los lectores (y del propio autor).
Regresa de noche en compañía de su amigo, y presentador hoy, Javier de la Nava y, mientras cruzan la sierra de Madrid, solo intuida, más allá de la sombra que la oculta, se dice. “Otro día. Viviendo, disfrutando, de esta pasión que me llena. Mañana será otro. Otro día más”.
LEJOS DEL SAUCE CURVO: La novela para las personas a quienes importa dónde nacieron, quiénes fueron y quiénes las amaron amzn.to/3EweRMr

sábado, 4 de noviembre de 2023

EL PRIMER TRABAJO

 



      Ayer fue un día especial. Quedamos a comer en El Pardo muchos de los compañeros del Servicio Extranjero, en el antiguo Banco de Bilbao de la calle Alcalá de Madrid. Hace casi 50 años comencé a trabajar allí, con apenas 17 años.  Estuvimos juntos más de  ocho.  ¡Cuántos recuerdos! ¡Qué jóvenes éramos entonces todos! Ahora ya estamos jubilados y peinamos canas, y eso con suerte, aunque yo haya heredado el pelo de mi abuela Marcelina y tenga mucho todavía y poca nieve en él.

     Fue una comida de anécdotas y de nostalgias. De cariño y de recuerdos. También de entristecernos al enterarnos de que algunos compañeros y casi todos los jefes ya nos abandonaron para siempre. Aunque yo creo que no es para siempre, pero ese no es ahora el tema.

     También se habló de mi última novela "Lejos del Sauce Curvo" que recrea también aquellos años "en un banco de la calle de Alcalá", se recogen en ella algunas anécdotas verdaderas de aquella época entrañable. Por cierto, que ya empiezan a llegar las reseñas y valoraciones en Amazon y por el momento no pueden ir mejor.

     Coincidimos todos en que esta época de la jubilación puede ser, es, maravillosa, salvo por las inevitables goteras que empiezan a aparecer en nuestros tejados. Lo del pelo y los kilos es lo de menos, en confianza nos contamos nuestras artrosis, mala vista, peor oído y otras cosas que no se nombran. ¡En fin, fue bonito ser jóvenes juntos y, sobre todo, poderlo recordar ahora!

      La tercera es la edad de los recuerdos, sin duda. Por eso yo escribí esta novela, porque era lo que más me apetecía en estos momentos. Disfrutar de los recuerdos es vivir dos veces, con la ventaja de que en la segunda solo te quedas con los momentos buenos, los malos han desaparecido por las cañerías del olvido. ¡Qué bien!

      De mi departamento, aquel universo femenino de diez mujeres con solo un trío de chicos, fuimos tres  a la comida y nos hicimos unas fotos juntos, ¡cómo no!

      Con Alicia, aquella compañera que se casó el día que yo entré y que sigue estando tan guapa y alegre como entonces,  ahora tiene cinco nietos y es vecina mía y coincidimos en un cine cercano a menudo. Y con Pedro Pablo, que me llevaba a los estrenos de teatro a claquear, como aplaudidores contratados que éramos. También íbamos juntos a los archivos de temas antiguos del banco en Fuenlabrada, en unas naves enormes llenas de legajos, a pelearnos con las ratas para encontrar la documentación que buscábamos

     Nos hemos juramentado Pedro Pablo, Alicia y yo, para reunir de nuevo a casi todos los compañeros de aquel departamento, aunque tendremos que lamentar la ausencia del jefe y de alguna compañera que ya nos dejaron.

     En aquel departamento,  un chaval de pueblo, como yo, aprendí tantas cosas que podría escribir cinco novelas con ello.

     ¡Fue un placer la comida! Esperemos que el organizador, el entrañable Maximino, nos pueda reunir de nuevo al año que viene.