No amanece.
La noche barrunta lluvia y un
relámpago
da un latigazo rápido en tu cuerpo.
El amor me llama
desde
profundidades cavernosas
que desconozco.
Un camino de lava
que nos abrasa
corre por tu espalda.
Clavándose en ella
se ensaña un pendiente de coral
perdido entre las sábanas revueltas.
Y tu dolor
que nos envuelve
tal vez es
sólo