domingo, 23 de septiembre de 2018

VIL E INFAME













            VIL E INFAME

            Ya sé que ganas todas las batallas.
Que camino, a rastras, de tu mano.
Por senderos que yo no quiero.
Y que me llevan  al recodo
donde se pierde toda luz.

            Ya sé que soy tu hámster
pedaleando en tu noria infinita.
Yendo a ninguna parte.
Con esa ilusión y paciencia
que deben parecerte un chiste.

             Ya sé todo lo que tú me has enseñado
a golpes de dolor y de silencio.
Y que no vas a cambiar, ni a conmoverte.
Que no te temblará el pulso, ni el alma,
cuando me acerque a la noche.

            Ya sé que tú me has enriquecido
 solo en una cosa: ese inmenso almacén
que has construido en mí,
con tu transcurrir implacable.
Y que llaman la memoria.

            Ese depósito enorme
 donde yo voy  acumulando
como celoso perro guardián
todo lo que me va quedando,
todo lo que tú me has ido rompiendo.

            Día a día, aliento a aliento.

            ¡Tiempo vil e  infame!
Que no te cansas nunca de
hacerme más y más viejo.

            Y  solo sabes que llenarme
la mente de recuerdos.
            Ese almizcle entrañable
 de alegría y de dolor.
           
            De todo lo que en algún momento tuve,
y,  día a día, más pronto que lento,
luchando contra tu inclemente reloj
                              me has hecho ir perdiendo.



Escrito para el blog de: www.franciscorodrigueztejedor.com