OCÉANOS DE AUSENCIA
Me sumerjo en este universo
líquido y azul
donde todavía existe la magia
de tu presencia.
Y el dolor huye por momentos
Mientras las burbujas
y los delfines
juegan, alegres,
y tranquilos,
en el mundo de la bondad
y de la inocencia
que nunca se terminan.
Y me llega, todavía,
entre las corrientes subterráneas
de la ausencia,
como luz de luna,
la fuerza de tu sonrisa.
Y, como enhiesto faro,
la alegría de tus ojos verdes,
y tus ganas de mirar,
y de vivir, ¡siempre!
Sé que nunca estaré huérfano
porque hay mundos que nunca mueren
Aquí, bajo las aguas,
donde nosotros nos vemos
a escondidas.
Y seguimos recorriendo de la mano
este paraíso que nos reúne
hoy y siempre
entre las algas de nuestros recuerdos.
Porque ni el tiempo, ni el olvido,
podrán nunca separarnos. ¡Nunca!
Ni romper este cordón umbilical
que nos ata en este océano íntimo y azul,
recóndito y misterioso,
donde tú me esperas cada día
y yo corro, como niño inocente
y feliz,
a tu encuentro.
Escrito el nueve de febrero, día de tu cumpleaños.