Se vislumbra ya el fin de año y uno llega con la lengua fuera, tratando de cumplir con los objetivos que yo mismo, sin que me obligara nadie, me impuse.
Así es la vida y la ilusión de los proyectos que la llenan.
Acabé por fin con mi nuevo libro "MIL PALABRAS PARA LA FELICIDAD", ya lo tiene mi agente, y se publicará, Dios mediante, en las primeras semanas de enero. No sé lo que tienen los libros nuevos, quizás ese resplandor de su novedad precisamente, pero hacen que te olvides de todo lo demás y te centres en ellos, como cuando aparece por casa el último hijo. Ya brindaremos oportunamente cuando nazca.
Voy a actualizar toda mi literatura más intimista y personal, empezando por las portadas y la presentación de estos tres libros que, junto con el anterior, forman la totalidad de esta colección tan querida por mí. Soy un escritor que no busco exclusivamente una comercialidad inmediata, y a estos libros les tengo un cariño especial, quizás porque sé que nunca serán tan leídos, o tardarán más tiempo en ello, como sus hermanas novelas, destinadas al gran público.