lunes, 1 de mayo de 2023

FELICES SESENTA

 

Aunque lo parezca por el título, no voy a hablar de aquella década a la que recordamos con nostalgia, porque, para los de nuestra generación, coincidió con nuestra niñez  y porque alimentó nuestra mente para siempre con aquella explosión de la música popular: los Beatles, los Rolling, y en España: el Dúo Dinámico, los Brincos, Karina o Julio Iglesias. 

Escribo de algo mucho más importante y estimulante para esta generación de la que hablo y para todas las que van detrás de nosotros: tras un estudio que se ha alargado en el tiempo durante más de ochenta años, la prestigiosa Universidad de Harvard ha llegado a la conclusión de que es a los sesenta, precisamente, cuando en general la gente es más feliz.

Cuando leí la noticia me sentí el hombre más dichoso del mundo, quizás sin darme cuenta de que ya lo era, según el mencionado estudio. Pero está bien que nos lo recuerden de vez en cuando. Es estimulante y te eleva la autoestima que, con los años, tiende a flaquear, y te aumenta las ganas de vivir y de ir envejeciendo lo mejor posible. 

¿Y a qué se debe esto? Dice esta concienzuda investigación que cuando llegamos a la vejez, o sus aledaños, "somos emocionalmente más sabios y esa sabiduría nos hace florecer". Nuestro cerebro da más valor a lo positivo y deja de enredarse en lo complicado y negativo que, a veces, nos atrae como un imán en nuestra juventud.

Sí, pero tus facultades ya no son las mismas, iba yo a contrareplicar, pero hete aquí que, sin darme respiro, las buenas noticias me atacan hoy por todos los lados como si de una formidable alianza contra el escepticismo y el pesimismo se tratara: según el director de medicina de la Universidad George Washington, a pesar de que el cerebro de una persona en los sesenta ya no es tan rápido como en la juventud, funciona de forma mucho más armoniosa, pudiendo trabajar a la vez por fin los dos hemisferios del mismo. Por ello, con la edad, es más probable que tomemos las decisiones correctas y estemos menos expuestos a las emociones negativas que frustran nuestra felicidad.

¡Toma del frasco, Carrasco! Ya no hay excusas para cumplir años con ilusión y empuje. De hecho, este señor de Washington, del que desconozco su nombre y su dirección, por eso no le envío un regalo ya mismo, indica que las labores creativas resurgen con fuerza a los sesenta, debido a una sustancia que se acumula en el cerebro, llamada mielina, que facilita la comunicación entre las neuronas, lo que produce un incremento del rendimiento intelectual del 300%.

Cuando todavía no me había recuperado de estos dos abrazos de positivimo y optimismo recibo un whatsapp de un amigo informándome que el profesor Moncho Uri, de la Universidad de Montreal, en Canadá, ha demostrado que el cerebro de una persona mayor elige el camino que menos energía consume, corta lo innecesario y deja solo las opciones correctas para resolver el problema. Tras un estudio en el que participaron personas de diversas edades se pudo comprobar que los jóvenes se confundieron mucho al pasar las pruebas, mientras que los mayores de sesenta tomaron las decisiones correctas.

Henchido de ilusión, cojo con ímpetu el proyecto de mi novela "Lejos del sauce curvo", que no acababa de empezar y, lo que hace la autoestima, me han brotado un par de personajes y varias situaciones nuevas llenas de enjundia. Acabo en dos martillazos la declaración de la renta, que tenía enquistada con un problema irresoluble y miro por la ventana y percibo la primavera que entra en mi despacho con una luminosidad nueva.

Así que, no lo duden, gritemos alto y fuerte: ¡Felices sesenta! ¡La vida se relanza ahora!



Para: MIL PALABRAS PARA ENVEJECER BIEN.