Ya solo faltan unas horas para darte un fuerte abrazo, campeón. ¡Qué ganas!
Aunque solo sean unos días, y nada más llegar te vayas con tu amigo a San Sebastián en esa agenda frenética que siempre llevas contigo, como joven dinámico y emprendedor que eres. Disfrutaremos a tope estos momentos, mañana llega desde Francia tu hermana con Rubén y podremos juntarnos todos de nuevo. Por esto merece la pena dejar este año a San Bartolo solo en su pueblo, ya habrá otros años.
Te ayudaremos con toda la logística y los preparativos para ese gran reto que te has impuesto: nada más y nada menos que subir al Kilimanjaro en la lejana Tanzania. Lo conseguirás, como guinda a este primer año de MBA, donde te has curtido tanto y has tenido tantas experiencias profesionales y personales. Disfruta de este minipermiso ¡y vamos a por el segundo año! Para nosotros será un placer estar a tu lado y celebrar el cumple de mamá a tu vuelta de San Sebastián todos juntos.
Cuando viniste las primeras vacaciones a Madrid las pasadas Navidades, escribí este post para este diario literario y personal. No puedo más que repetirlas, con el mismo videoclip de homenaje: ¡Bienvenido a casa, campeón!
¡BIENVENIDO A CASA, CAMPEÓN!
Vuelves como los antiguos expedicionarios, aquellos que iban en barco a descubrir nuevos mares. Sobre uno de ellos, escribirte tú un relato literario, ¿recuerdas? Vuelves en Navidad como los que emigran a abrir nuevos caminos, más amplios y de más recorrido, por los que luego transitar. Vuelves también para tomar un respiro y cargar las pilas para esa pelea por conseguir tu reto.
Y, nosotros, felices de verte de nuevo, aunque estemos en contacto a diario, podemos tocarte, abrazarte, estar juntos y pasar buenos ratos, lo mejor posible.
Así que, ¡bienvenido, campeón!
He preparado con el iMovie que tú me enseñaste a manejar, rebuscando en el desorden de cintas y fotos que tenemos, este homenaje para ti. ¡Ya apuntabas maneras entonces!
La digitalización que nos hicieron de las cintas no es muy buena, y el blog me permite poco peso, pero, aun así, brillas con todo tu esplendor. ¡Bienvenido a casa de nuevo! ¡Te queremos!
Ahí va, beautiful boy: