Hoy me llega la última reseña de este libro mío al que tengo tanto cariño, firmada por CRISTINA SUÁREZ, que recoge muy bien el espíritu con el que lo escribí.
"Para sentir y recuperar los recuerdos del pasado
Realmente me ha encantado este libro, lleno de recuerdos del pasado en un pequeño pueblo de Guadalajara, Sacecorbo ("El Sauce Curvo" en sus orígenes), el lugar que vio nacer al autor,
Francisco Rodríguez Tejedor
. En él nos cuenta, a través de los ojos de un niño, Germán, y de su pandilla, cómo se vivía entonces en el entorno rural de los años sesenta. El Germán del presente, ya anciano, nos muestra a través de sus recuerdos el lugar donde nació y pasó su niñez. Es una historia preciosa y me recordaba a muchas de las cosas que me contaba un familiar mío sobre su infancia, también en un pueblo de Guadalajara.
Es una historia alegre en muchos aspectos la que nos cuenta el Germán anciano sobre lo que le sucedió en los años que pudo disfrutar de su pueblo. Es una historia alegre, decía, pero dentro de otra historia más dramática, la que le sucede ahora, en el presente al hombre que está escribiendo sus memorias. Poco a poco el lector irá descubriendo las causas de ese dramatismo que comentaba, algo contra lo que no se puede luchar y que le invade sin darse cuenta. Pero mientras tanto, nos hace partícipes de sus deseos de entonces, de sus frustraciones, de sus juegos con sus amigos, de sus aventuras, de las personas que fueron importantes para él y que surgen en su mente una y otra vez.
Me ha encantado imaginarme al niño Germán en Sacecorbo. Me lo he pasado muy bien con los momentos que nos ha descrito. Tuvo una época difícil, en plena emigración de los pueblos a las ciudades, sobre todo a Madrid, Barcelona y Zaragoza, para intentar salir adelante. Es algo que les pasó a muchos españoles por entonces. Realmente es un libro para luchar contra el olvido, como he leído en alguna parte sobre él. Es un volver a nuestras raíces y seguir sintiendo las tradiciones de nuestros mayores.
Es un libro para todas las edades. Para los más mayores porque pueden con ello recordar también sus vivencias, su niñez en aquellos pueblos en los que pasaron parte de su vida. Y para los más jóvenes para que conozcan el pasado de sus mayores, sus ancestros, lo que ellos vivieron entonces. Para que se den cuenta también que hay más juegos que los electrónicos, para que valoren las relaciones humanas y respeten las tradiciones de sus padres o sus abuelos.
Es una historia que conmueve y que resultará inolvidable cuando la leas, algo que recomiendo a todo el mundo". (https://www.facebook.com/photo?fbid=3533332746733906&set=a.2662092223857967¬if_id=1607348903765678¬if_t=feedback_reaction_generic_tagged&ref=notif)
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