jueves, 5 de mayo de 2022

MADURANDO CREENCIAS (PARA "LEJOS DEL SAUCE CURVO")

 





29-10-74

"...El domingo no fui a misa. Fue casi deliberadamente, no era la primera vez, pero lo que sí era nuevo fue que le dijera prácticamente a la cara a papá que no iba, antes siempre le había mentido.

No tenía ganas de ir, y lo encontraba ridículo, necesitaba –lo digo sinceramente– salir, juntarme con alguien, hablar con alguien. Ya sé que en la iglesia y en misa se puede hablar con Dios, es más únicamente se va allí a eso, pero tengo tantos prejuicios formales, artificiosos y hasta sensibleros que, cuando lo hago, parece que estoy representando una comedia o farsa. Quiero que las cosas sean más auténticas, sobre todo en este aspecto que reconozco (el de la religión me refiero), uno de los más fundamentales de la vida.

Creo que mi educación arrastra un déficit en este sentido, o más que déficit un exceso de banalidades, tradicionalismos, superficialidades y cosas sin sentido, con las que no me encuentro nada a gusto, pero con las que –dado los perjuicios que suponen– reconozco que me va a ser bastante difícil desechar.

En este sentido voy buscando –para no mentir no de una manera total y constante– una renovación. También tengo miedo de renovarme en este aspecto equivocadamente, lo que sería luego un retraso y un lastre descomunal.

Así pues, en estos momentos estoy vacío, abandonando mis inercias pasadas pero sin encontrar aún nuevos asideros.  No me quiero atar definitivamente a nada, sin saber lo que es, lo que significa en sí, lo que significa para mí y, sobre todo, sin experimentar y comprobar (en la medida de lo posible) que los elementos de esa renovación espiritual no son huecos, artificiosos y carentes de profundidad.

Me tiraría discutiendo sobre estas cosas horas y horas. El reloj manda. El viernes, uno de noviembre,  espero agotar la pluma. ¡Hasta mañana!".