sábado, 15 de abril de 2023

EL TIEMPO CIRCULAR

Ha llegado la época del tiempo circular. Aquel que ni empieza ni se acaba. Donde el comienzo y el final se dan la espalda y en medio sólo hay un instante mil veces repetido.

Ella lo ve cómo se quita la ropa, la dobla con esmero y la cuelga de las perchas. Ya ni sabe desde cuándo aceptó ese cuerpo decadente. Debió ser cuando asumió que no cambiaría los muebles, ni las cortinas, ni haría reformas. Y que sólo saldría de aquella casa para ir al cementerio.

Tal vez su marido es un mueble más. Tampoco lo cambiaría por nada. Forma parte de su paisaje vital de cartón piedra. De la foto fija en que se ha congelado su existencia cuando empezó el tiempo circular. 

 De vez en cuando él se aproxima en la oscuridad y le sube el camisón. Luego se oyen unos jadeos y él se retira y se da la vuelta. A ella en esos momentos le gustaría mirar por la ventana para ver cómo se mecen las ramas de los árboles. Pero tiene echadas las cortinas. Sabe que no las va a cambiar. No va a cambiar nada. Y se duerme soñando el mismo sueño de todas las noches que, al despertar, nunca recuerda.







Voy a recuperar  este  texto, publicado la primera vez allá por el año 2009 en el Blog Relatarium y, posteriormente, recogido en el capítulo "Convivencia" de "Los Mejores 101 momentos de amor" (Alhulia 2014). Creo que me viene, como al pelo, para mi nuevo libro, en preparación: "Mil palabras para envejecer bien", lo contrario a esta escena tan pesimista.

Yo también llevo unos días rodeado por el círculo de la realidad, que no me deja evadirme en mi literatura: reformas en casa, ayudas a la familia, compromisos sociales, revisiones médicas y, para colmo, la declaración de la renta, algo supertedioso y complejo para mí, que me meto en veintisiete charcos olvidándome que tengo un socio, nuestro amigo/enemigo íntimo de Hacienda, a quien he de dar explicaciones un año más tarde. En fin, para romper ese círculo planeo irme unos días a las playas de Altea, oxigenarme y empezar a hincarle el diente a la novela "Lejos del sauce curvo", con el aliciente de que unas semanas más tarde haré un viaje que me ilusiona mucho. ¡Vamos a ello!