sábado, 28 de mayo de 2016

LA CAJA DE LAS LETRAS





    Esta semana pasada estuve todas las tardes en el Instituto Cervantes, siguiendo un curso intensivo de Guión de Largometraje.

    La verdad es que me lo habían recomendado y no me defraudó. Lo impartía el escritor y guionista Salva Rubio, un excelente profesor (de los que no abundan hoy en día), que tiene la virtud de saber comprimir todo lo que sabe, que es mucho,  y hacerlo digerible y fácil.

   Uno, que es un escritor y guionista más bien autodidacta y vocacional y, por ello, no dado en exceso a someterse a muchas armazones  que constriñan su libre albedrío, tiene que reconocer que le vino bien refrescar y evidenciar las estructuras que han acrisolado los tiempos, desde los griegos, y aún antes, que mejor funcionan en el arte de contar. Porque ya desde niños, nos gustan que nos cuenten historias. Y no solo antes de dormir.  Y nuestro oído, nuestra mente diría yo, capta mejor, se emociona más y se aburre menos, si se las cuentan recorriendo el arco que sintoniza mejor con los latidos expectantes de nuestro corazón.

    Y hay estudiosos como Salva, y otros, que esto se lo saben muy bien. Y no digamos los sesudos de la industria de   Hollywood. Por la cuenta que les trae, claro.

    Había, entre los alumnos, guionistas, por supuesto, pero, también, escritores  con mayor o menor bagaje , actores y actrices, directores de cine, productores, compositores y meros aficionados al séptimo arte. Fue un baño refrescante  e instructivo con todos, o casi todos, los palos de la baraja del séptimo arte.

    Como colofón, nos bajaron a que viéramos LA CAJA DE LAS LETRAS. Que se asienta sobre la antigua Caja Fuerte y Cajas de Alquiler del también antiguo, y extinto, Banco Central. En cuyo histórico edificio se ubica la sede del Instituto Cervantes.

                                         EN LA FOTO: SALVA RUBIO Y UNA COMPAÑERA DEL CURSO.


    Grandes personalidades de la cultura española, tienen alquilada allí una caja fuerte. Pero no para guardar sus improbables riquezas. Sino para dejar un testimonio de su vida o de su obra y abrirlo en una fecha que ellos determinan, normalmente después de su muerte.
    Mu gustó la idea de la cultura como tesoro a guardar, a conservar.
    Hasta la fecha solo se ha abierto una caja: la de la gran agente literaria Carmen Balcells. Y fue antes de su muerte, ocurrida recientemente. Es una historia muy bonita. Ella creía firmemente en un escritor maldito y casi desconocido que no pudo triunfar en vida: Aliocha Coll, un médico de profesión y escritor vocacional.  “Haz lo que puedas por mi obra”, le pidió el escritor a Carmen Balcells antes de morir, de suicidarse, quiero decir. Y ello hizo todo lo que pudo: la guardó 18 meses en la Caja Fuerte del Insituto Cervantes y luego fue a retirarla ante toda la prensa. Para que todo el mundo conociera el tesoro que ella, que había llevado a Vargas Llosa, García Márquez, Cela, Delibes, Goytisolo, quería preservar y relanzar para la posteridad.
    Un bonito, e inquietante colofn, para los que amamos echa que ofeservar y  que ella, que hab a retirarla ante toda la prensaoll, un my arilo en una fecha que ón, para los que amamos las letras y todo lo que se puede hacer con ellas.

    Por ejemplo, un buen guión de cine.


viernes, 20 de mayo de 2016

SERENA BARCA



...Y el mar está calmo
Y horizontal, sin borrascas a la vista
Tú contemplas el atardecer
Pleno, también, de una tranquilidad
Sin límites.

Serena barca,
Serena vida.
Que destila este tiempo
Amarillo y azul
Que no volverá.

Quintaesencia de los momentos felices
Que aúnan los recuerdos dichosos
Con un futuro despejado hoy,
pintado del rojo y amarillo de este atardecer.





Serena barca
Serena felicidad
Que nos regala este tiempo
Que empieza de nuevo
Como todas las primaveras

Y la brisa recorre todos los horizontes
Que respiran la intensidad
De estos instantes
De calma chicha
Entre las ondas azules
Del mar de la serenidad
Que te  envuelve hoy.

Serena barca
Tiempo denso e intenso
que nunca pasa.

Serena barca
Plena de esa paz
Reina de esa,
Tan anhelada
Calma.


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sábado, 7 de mayo de 2016

INMA CHACÓN






El pasado miércoles gasté, quiero decir invertí, todo un día con una poetisa y novelista de bandera: Inma Chacón.

El motivo: la presentación de su última, y estremecedora, y emotiva, novela: “Mientras pueda pensarte”, en la Asociación Cultural del Espinar, donde fue elegido “Libro del Mes”, siguiendo a “Memorias del Sauce Curvo”, de un servidor, que lo fue en el mes de abril y  “A flor de piel”, de Javier Moro, el mes de marzo.

Hice una presentación a dúo con mi amigo y compañero en tantas lides: Javier de la Nava, por la mañana en el Instituto de El Espinar, ante los chicos y chicas de bachillerato y por la tarde ante los lectores de la Asociación que acudieron en masa.




Inma ha superado el difícil reto de continuar la obra de su hermana Dulce, desaparecida prematuramente en 2003, y por la cual se hizo ella escritora: se inició en el oficio para materializar el sueño de su hermana de escribir “La princesa india”, su siguiente proyecto, si no hubiera muerto, que solo existía entonces en su mente. Y qué mejor que encargárselo a  su hermana gemela del alma: Inma.  Y así se inició, con esta novela, esta escritora, que tiene además una segunda vocación muy bella también: profesora universitaria.

Desde entonces Inma Chacón ha construido, siempre con su propia voz, peldaño a peldaño, una obra consistente, importante, que abarca ya  nada menos que cinco novelas y tres libros de poemas, entre otras obras menores, en poco más de diez años. “Tiempo de arena” fue finalista del Planeta en 2011.

Fue muy enriquecedora esta jornada, dado que el viaje, ida y vuelta, lo hicimos los tres en el mismo automóvil desde Madrid y, aparte de las presentaciones, tuvimos la oportunidad también de comer jun tos y dar un precioso paseo entre los pinos de los densos bosques que rodean al pueblo.

Inma es, como su obra, sutil pero, a la vez, de férreas convicciones. El mundo de los sentimientos, como en toda mujer y más si domina las herramientas del lenguaje y la expresividad como ella, es un núcleo literario importantísimo. Pero, también lo es, el papel femenino en la sociedad, reivindicativo y, a la vez, enriquecedor de un mundo, muchas veces, construido por y para los hombres. Por ello su literatura es un aire fresco que, como ella dice, solo pretende en el fondo, contribuir a que más  gente, y durante más tiempo, pueda ser más feliz. También bucea en su obra Inma Chacón con valentía en el pegamento que sutura nuestra sociedad actual y en las deudas y las hipotecas que todavía arrastramos de nuestro pasado más reciente, que conviene revisar,  en un proceso de recuperación de una memoria justa y equilibrada.

Yo puedo decir que aprendí mucho a su lado: toda una veterana ya en estas lides. Descubrí el amor y el mimo que dispensa a sus lectores, cuyo contacto tiene que ser el necesario contrapeso a un oficio tan aislado y solitario como el del escritor. Y también el espíritu de sacrificio y la disciplina (“yo escribo todos los días, sábados, domingos y fiestas”). Y, por supuesto, las ansias de perfección. “No escribo más de 3 folios por jornada. Tengo que dejar tiempo para repasar. Lo hago hasta cinco veces. Y, en ocasiones, más”.

Y nos dejó una verdadera primicia.  El título y la portada de su nueva novela, que se publicará en septiembre por Planeta y que Inma acababa de recibir en el móvil y nos la enseñaba, temblándole las manos de la emoción, como si presentara a su nuevo hijo. Se llamará “TIERRA SIN HOMBRES”. Y promete, ya desde el título. Ambientada en la Galicia de primeros del siglo XX va dedicada, sobre todo, a aquellas mujeres llenas de temple y fortaleza, mujeres de pescadores y emigrantes que se quedaban solas en el terruño, con un montón de hijos que sacar adelante, mientras sus maridos se iban a pescar durante semanas y meses o, tal vez años, buscando fortuna en América.  Mujeres, como digo, de una pieza, “madres coraje”. De las que todos conocemos un montón. Pero no solo en Galicia y hace un siglo. Sino ahora, ahí, a nuestro lado, en nuestra vida diaria. ¡Va por ellas! Y por nosotros, sus hombres.

Seguro que nos emocionamos y aprendemos con su lectura esas cosas necesarias para ser, como anhela la autora, un poco más felices. Y durante más tiempo.


Francisco Rodríguez Tejedor. Para el blog www.eldiaquefuimosdioses.com y redes sociales.