miércoles, 12 de mayo de 2021

DOCE DE MAYO

 


     PARA NUESTRO CAMPEÓN, EN SU DÍA.

     Aunque este es un diario literario, tengo que hacer una excepción con este doce de mayo, como lo hice el pasado siete de abril. 

     No solamente porque cumples la bonita cifra de 24 años, que también. Sino porque esta semana vas a dar un paso muy importante en tu carrera profesional. Y queremos estar a tu lado.

     Llegaste con tus rizos rubios y tu sonrisa siempre en la boca y nos trajiste mucha alegría. Cerramos contigo esta familia. Y, desde entonces, hemos peleado, y soñado, todos juntos.

     Siempre tuviste las cosas muy claras. "¿A quién quieres más, a mamá o a papá?". "Yo, a mi hermana Ali". "Qué quieres ser de mayor". "Pues está muy claro, rico". No hay diplomático más hábil que tú.

    Ahora te vas a convertir en un financiero importante de algo tan exótico como los cables submarinos. Y tiene mucho mérito: tu padre proviene de un pueblo de secano, donde no hay río alguno y, encima, nada fatal.

     Nos gusta que seas un soñador. Como tu hermana. Con los pies en la tierra, por supuesto. Bueno, a partir de ahora, también en el agua. 

     Te deseamos toda la suerte que te mereces, que es muchísima. Y estaremos siempre a tu lado. ¡Siempre!

     Y esta noche lo celebraremos como también nos merecemos todos.

      He buscado por los álbumes de fotos viejas, que hacía años que no miraba, así que gracias por esto también, y he seleccionado un puñado para ti. Para nosotros. ¡Va hoy por nuestro campeón!



         Aquí, con tu hermana, en esta foto entrañable, que sirvió de portada a mi novela "Memorias del Sauce Curvo".




        En la Ciudad de las Artes y las Ciencias.





Con tu niñera preferida. ¿Os acordáis de la casa de Aloha?






Con Excalibur se consigue todo. ¡Va por el Rey Arturo!




Las dos reinas de la casa.



En la casa de Padre Claret, donde te criaste. ¿Volverá esta casa a ser especial en la familia?



 Ali, también en Padre Claret, ¿por qué será?





La última de Padre Claret. Ya calibrando la barba que, de mayor, te dejarías...






Creo que era en algún barco cerca de Estocolmo. A lo mejor ya pensando en los cables submarinos...





Con vuestro libro.






¡CAMPEONES!







También era en un barco. ¡Viva esta familia!