sábado, 29 de marzo de 2025

AQUELLOS QUE NOS DUELEN

 

Todos los días me acuerdo de ti. Sin dejar ni uno solo.

Pero hay días en que más. Como hoy. Debe ser la cercanía de tu cumpleaños y que mañana iré a verte a Sace.

Cuando te fuiste, un agosto de hace ya cinco años, escribí un poema lleno de ausencia y de dolor. Un gran poeta y amigo lo recitó. Y hoy lo escucho y me siento todavía más cerca de ti.

https://www.youtube.com/watch?v=LcgNuQXOZtI

martes, 25 de marzo de 2025

LA PRIMAVERA: UN AUTÉNTICO REGALO.





UNA MAÑANA DE PRIMAVERA

 

       De repente: una mañana. Tal vez ha sido por  el tradicional cambio de hora. O, quién sabe por qué. Descorres el visillo que inaugura el mundo  y un torrente de luz alumbra, por primera vez, esas cavernas interiores en las que has  hibernado en los últimos meses.

 

     Te preparas un café y sales a la terraza. Hay un colegio en frente y un griterío de niños reviste de una alegría inocente, extraña,  imparable a los rayos de sol, que te parecen más brillantes que nunca. Dos brochazos de una blancura reluciente,  desafiadora,  llena de íntimo orgullo, parecen salirse del cuadro e inundan tu retina. Son esa pareja de almendros, que exhiben sus galas de fiesta que dormían en el armario. ateridas de frío y que, hoy,  visten de organza, y de espuma, esa esquina del jardín.

 

     Hay dos adolescentes que se besan al sol apoyados en la verja con los ojos cerrados. Y algo en ti, también se emociona y te conmueve: Será el milagro de la primavera. Será ese pálpito que todavía late abriéndose paso, un año más, entre tanta frustración y desesperanza.  Será esa savia nueva o, al menos, renovada, que cura las heridas del cansancio, y de la desazón.  Será esa nueva oportunidad  que nos da la vida de participar en ese coro que llena de estruendo, y de color,  la naturaleza , que nos rodea.

 

     Un pajarillo se posa por un momento en la balaustrada y nuestras miradas se cruzan fugazmente.  Luego, lleno de vivacidad, de gracia, de hermosura, en un escorzo velocísimo se lanza al espacio y me invita, o eso creo yo, a que me deje caer también al vacío, sin frenos y sin paracaídas, para columpiarnos los dos en ese rayo de sol que cruza el aire esta mañana y la llena de la pureza de cuando éramos niños.





Y, para celebrar la llegada de la primavera, un regalo para mis lectores:nueva edición de una de mis novelas más leídas, con esta oportunidad única que tardará mucho en repetirse. Te invito a que te acerques a ella si todavía no la has leído. ¡Pasarás un buen rato! ¡Hay que entrar en la primavera con buen pie!

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viernes, 21 de marzo de 2025

POEMAS DEL ÚLTIMO CAMINO.

 

Hace ya bastantes años yo tuve un delicado tema de salud. En un chequeo me descubrieron algo que podía ser sumamente peligroso. Cosa que, desgraciadamente, se confirmó en las pruebas posteriores.

El escritor tiende a literaturizar todo lo que le ocurre.  Así nació, en aquel tiempo, aquel libro incipiente que se llamó: "Poemas del último camino". En él se encontraba este, llamado "Las últimas flores".

Algunos meses más tarde, pedí una segunda opinión médica a uno de los mejores doctores en aquella especialidad y, aunque, le costó varios intentos, por fin consiguió demostrar la intuición que él tenía con mi caso. Yo tenía una cosa rarísima, muy infrecuente, pero muchísimo menos dañina que lo que parecía. Y, afortunadamente, todavía sigo aquí.

Hoy reparo en este poema y en sus hermanos que lo acompañaban y, como todo escritor que se precie,  busco nuevos horizontes para todo aquello que he escrito, en este caso al dictado de mi terrible situación de entonces. Así que toda esta literatura de despedida formará parte de mi libro "Yo también me iré", en el que iré vertiendo sin prisa, pero sin pausa, todas aquellas experiencias y sensaciones cercanas a nuestra despedida final. Espero que la confección de este libro sea larguísima y en el entretanto escriba también libros gozosos y llenos de vida. Porque así sea.


LAS ÚLTIMAS FLORES

Ya las mariposas no vuelan
 ebrias de lontananzas.
¿No ves qué dulcemente se mueren
ahogándose entre las aguas
              que arrojó la tormenta?

Y tu sonrisa azulada,
es, tras la borrasca,
solo un cristal más,
que flota en el mar de Tasmania.

Donde desaparece nuestro pasado
y se acaba el tiempo
     y todo lo que significaba.

La luna ya no me engaña.  
Ni su bufanda hecha de algodones
y de distancia…
y de pétalos de estrellas
         rotas, apagadas.

No me pidas que no salte
la pared de la última valla.
Ni que me aleje más despacio
en esta carrera corta,
        alocada.

¿No ves que las nubes ya no me gritan?,
únicamente son
el refugio del silencio, del olvido,
el humo que se eleva
tras el incendio del alma.
                
Ya  solo me queda
el último vaso de vino
y respirar la fragancia
de las últimas flores,
esas que se mueren cada día
al borde de  los caminos.

Y que me despiden
con sus pétalos abiertos
todavía de amor borrachas,
diciéndole adiós a la vida
casi contentas
¡Como si no pasara nada!


POEMAS DEL ÚLTIMO CAMINO: LAS ÚLTIMAS FLORES

martes, 18 de marzo de 2025

EL PERIODISTA

 



Hubo una época en que yo fui periodista. En el diario Iberoeconomía. Repaso ahora algunas citas de lo que es ser periodista, que me empujaron a serlo por un tiempo:

"El periodismo solo puede ser literatura cuando es apasionado" (Marguerite Duras).

"El periodismo es una maravillosa escuela de vida" (Alejo Carpentier)

"El periodismo es libre o es una farsa" (Rodolfo Walsh).

"El periodismo sólido debe defender a los que no tienen voz, no enviarlos más al silencio" (Joanna Douglas).

    Todo esto para decir que el diario Iberoeconomía ofrece ahora todos mis artículos juntos para el público lector. En este link:https://iberoeconomia.es/author/francisco-rodriguez-tejedor/

     Muy agradecido, pues, por este detalle a Iberoeconomía, cuyo slogan es "España en positivo". Por eso, entre otras cosas, escribí una temporada para él, recordando a Jorge González Moore: "El verdadero periodismo debe ser constructivo", al menos para compensar aquel dardo lanzado por Roger Wolfe, sobre algunos periodistas: "Lanzan la mierda, y luego se lavan las manos".

     Espero que, al que tenga curiosidad, le gusten.

   www.franciscorodrigueztejedor.com

viernes, 14 de marzo de 2025

AMOR Y DESAMOR

 







Hace ya una docena de años, ¡cómo pasa el tiempo!, yo publiqué en la editorial Alhulia y, posteriormente,  en Amazon una obra que fue nombrada como "libro del día" por la Biblioteca Nacional del Perú, entre otros reconocimientos. Está disponible también en Audiolibro en la sugerente y aterciopelada voz de Albert Cortés, publicado por Editorial Audible. Se llama: "Los mejores 101 momentos de amor y desamor". Una forma resumida de hablar porque, en el texto,  el número de ellos es mucho mayor.


Aquí os dejo un par de ellos:

CÓMO FUE

Cómo fue. Y yo qué sé. A mí no me lo preguntes, amigo. Apareció con su vestido lila. Y nos miramos. Y todos los planetas, los míos quiero decir, se pararon en sus órbitas para verla.

Luego bailamos. O era el mundo dando vueltas a nuestro alrededor. Nos besamos contra aquel árbol. Y te juro que llegué a mi casa, loco de alegría, saltando en la calzada de coche en coche. Te llamo para decirte que me ha ocurrido, amigo. Que no me cabe dentro. Todo lo que está escrito en las estrellas y en las palmas de mis manos me está pasando.


LA CARTA

Hundido en un rincón, te escribo desde el ángulo oscuro de las perdidas batallas. Desde la umbría donde mana la ausencia y se encharca el reloj de las horas muertas.

Te escribo con las palabras heridas, quebradas alas de las palomas rotas. Y mojo el papel con la calenturienta tinta de este alcohol amigo que, pleno, corre por mis venas.

Aunque esta calcomanía de mi alma a ti yo no te la remitiré.

Para que nunca recibas y jamás sepas de esta punta de ceniza en que me convierto, cuando tú me dejas.


Ahora en una nueva edición: En Amazon.

https://shorturl.at/1LdbD



sábado, 8 de marzo de 2025

"REGRESO AL SAUCE CURVO" CADA DÍA GUSTA MÁS.

 





        Hoy, el segundo más deseado de su género.

        Nada me alegra más, que un libro tan intimista y personal como este, llegue cada vez con mayor fuerza al gran público.

        Al igual que hicieron sus hermanos: MEMORIAS DEL SAUCE CURVO y LEJOS DEL SAUCE CURVO.

        Disfrútalo  en Amazon https://t.ly/05tJH. Una gran historia de amor, romántica y conmovedora. Un retrato de nuestra época.

domingo, 2 de marzo de 2025

VUELTA AL TAJO

 






   Acabo de llegar. Vuelvo con las pilas cargadas tras unos días contando las olas en Alicante. A mí no hay nada que me desconecte más de los problemas que estar al lado de la inmensidad del mar. Todo parece nimio a su lado.

    Además, allí duermo fenomenal y, todavía renqueante de mi reciente catarrón, me he dejado mimar y cuidar por quien puede y sabe cómo hacerlo.

    Algún día escribiré largo y tendido sobre los cuidados femeninos. Hace unas horas, en el coche, de vuelta, oigo que alguien está protestando porque las mujeres solo representan el 3,8 p.c. de los camioneros de este país. No me extraña este porcentaje tan bajo. Lo suyo es otra cosa. Vamos a ver, tiene que haber igualdad de oportunidades para que todo el mundo pueda acceder a ejercer aquel puesto de trabajo que le gusta y recibir una retribución equitativa. Una vez bien asentado esto, que a veces no lo está y hay que seguir mejorando, hay que dejar que las inercias, o la naturaleza, o las actitudes y aptitudes dibujen la marea que nos arrastra a cada cual.

   El otro día oí a una actriz que, respondiendo a la pregunta de qué pediría al hombre actual, contestó: que sea más amante de los cuidados, que cuide a su pareja, a su familia, como hacemos nosotras. Nada que decir respecto a la primera parte de la respuesta, ahora bien, lo segundo creo que hay que matizarlo. Ese "como hacemos nosotras", a los hombres nos resulta imposible. Mejor dicho sería, que no nos sale de nuestro natural.Quizás como a esta actriz, que no pesará más de cincuenta kilos, le cuesta horrores sacar del coche y arrastrar una pesada maleta, o abrir la puerta de su casa encallada. 

    Todo esto para decir que los cuidados femeninos son admirables. Creo que hay algo de vocación, pero, también, de habilidad, de paciencia. Yo qué sé. Pero, qué seríamos sin ellos.

    Yo, hasta estoy pensando ponerme malo de vez en cuando, para disfrutar de ellos sin límite ni medida.

     ...Bueno, olvidemos ese nirvana, demos merecido descanso a nuestras mujeres y aterricemos en nuestra realidad.

     Y hoy mi realidad es placentera a más no poder. Nuestro hijo nos comunica que ha conseguido ser admitido para hacer el último semestre de su MBA en la prestigiosísima universidad de Wharton. Una de las mejores del mundo y, en finanzas, sin duda la mejor, por delante de Harvard. No es fácil obtener plaza en ella. Tienes que tener un currículum y unas notas académicas a su nivel. Yo, me alegro muchísimo, claro. La última vez que vino por Madrid estaba algo bajo porque no había conseguido otras cosas que también ansiaba, por poco, pero se había quedado fuera. Esto le compensa de todos sus sacrificios. ¡Enhorabuena! Cómo he disfrutado de la nota que hoy cuelga en su Linkedin.

     A pesar de los mensajes de una buena parte del gobierno y de la sociedad española, todavía hay muchos jóvenes que se esfuerzan, que creen en el sacrificio y la meritocracia. Serán los que tiren de nuestra sociedad en los próximos años. Se forjan en un ambiente exigente y competitivo que también les supone superar muchas frustraciones que la sana ambición también produce. Así que yo, muy contento, por estar al lado de jóvenes como ellos.

    Y como la felicidad de esta vida son momentos, para rebajarme los humos, sin duda, mi salud, que últimamente está maltrecha, me envía un dolor agudo y punzante a una articulación de la mano izquierda. Debe ser artrosis, mi madre también la tuvo. Es molesta, desagradable, y me cuesta agarrar bien las cosas con esa mano. Así que lo primero que haré mañana es ir a mi reumatólogo, ya me infiltró una vez, a ver si, con un poco de suerte, me alivia y me olvido de esto por una temporada. Eso debe ser la vejez sin duda, y una forma de transitarla, es tener mala memoria. Olvidarnos que los males a nuestra edad se cronifican y cada vez tienen menos remedio. Yo, en cuanto me alivie el médico, dejaré de pensar en esta y otras goteras que me acechan.

     Vuelto ya a la gran ciudad, me acuerdo de un relato que escribí yo precisamente sobre ella y la manera de vivir a la que nos empuja. Ahí va:


UN HOMBRE EN LA CALLE

Un hombre iba por la calle. Caminando por la acera. Llegó al semáforo, justo cuando se ponía verde para los peatones. Pero él no cruzó.

Lo vieron tocarse el pecho un momento y luego agarrarse a la farola. Hasta que, de repente, cayó de bruces, medio cuerpo en el carril bus y otro medio en la concurrida acera.

Hubo una inicial sorpresa. Como si el mundo de repente se parara.

Los de la acera hicieron un corro rodeándolo un tanto estupefactos, mientras fijaban firmemente sus pies en el suelo, para aguantar las acometidas de los de detrás, que querían saber lo que pasaba.

El autobús frenó unos metros antes de su cuerpo. Y el conductor y los de delante esperaron, ansiosos, que el camino se despejara. Los de detrás, que son lo que más prisa tienen siempre, empezaron a increpar al conductor al momento.

Alguien pensó que estaban rodando una película. O un reality show. Y rápidamente sacó su móvil. E hizo una foto. A los pocos segundos, ya estaba en Twitter y en Facebook. Pero no una vez, decenas. Puesto que todos los espectadores habían hecho lo mismo

Pero no era una película. El actor no se levantaba. Y solo hacía falta verle la media cara que enseñaba, con la boca abierta y los ojos extraviados para intuir que estaba muerto. O medio muerto.

Entonces todos, al unísono, llamaron al 112. Eran tantos que se bloqueó la línea por unos minutos. Por fin, después de pedirles mil detalles, enviaron al Samur.

Mientras tanto, alguien pretendió acercarse. Todos lo miraron como a un loco. Inclusive él mismo retrocedió recordando los líos que tuvo la última vez que socorrió a un motorista tendido en la carretera. Papeleos, juicios y hasta amenazas del propio accidentado, para que no declarara que iba sin casco.

Así que llegó el Samur y nada pudo hacer ya. Tal vez si alguien al menos le hubiera dado la vuelta al hombre, hubiera aguantado respirando unos minutos.

El autobús volvió a arrancar y las gentes de la acera se miraron unos a otros felices. A ellos no les había tocado. Por lo menos, esta vez.








Para olvidarme de la gran ciudad, siempre me queda el alivio de que me esperan estas puestas de sol, echado en mi tumbona de mi cabaña de Alicante. Donde el tiempo no pasa y la prisa se desvanece. Ya empiezo a soñar con ellas de vuelta.

REGRESO AL SAUCE CURVO, una novela inolvidable, para recordar nuestra vida: en Amazon https://t.ly/05tJH