Hace ya bastantes años yo tuve un delicado tema de salud. En un chequeo me descubrieron algo que podía ser sumamente peligroso. Cosa que, desgraciadamente, se confirmó en las pruebas posteriores.
El escritor tiende a literaturizar todo lo que le ocurre. Así nació, en aquel tiempo, aquel libro incipiente que se llamó: "Poemas del último camino". En él se encontraba este, llamado "Las últimas flores".
Algunos meses más tarde, pedí una segunda opinión médica a uno de los mejores doctores en aquella especialidad y, aunque, le costó varios intentos, por fin consiguió demostrar la intuición que él tenía con mi caso. Yo tenía una cosa rarísima, muy infrecuente, pero muchísimo menos dañina que lo que parecía. Y, afortunadamente, todavía sigo aquí.
Hoy reparo en este poema y en sus hermanos que lo acompañaban y, como todo escritor que se precie, busco nuevos horizontes para todo aquello que he escrito, en este caso al dictado de mi terrible situación de entonces. Así que toda esta literatura de despedida formará parte de mi libro "Yo también me iré", en el que iré vertiendo sin prisa, pero sin pausa, todas aquellas experiencias y sensaciones cercanas a nuestra despedida final. Espero que la confección de este libro sea larguísima y en el entretanto escriba también libros gozosos y llenos de vida. Porque así sea.
es, tras la borrasca,
solo un cristal más,