viernes, 22 de mayo de 2015

PAGINAS ROTAS DEL DIARIO DE UN ESCRITOR (IV) RECUERDOS Y ESPERANZAS.





Ya sabes que solo el futuro existe. El presente es un instante efímero y el pasado dejó de ser hace tiempo. Pero a ti te gustan los recuerdos  y allí buscas tú , precisamente, tus  esperanzas para continuar con la lucha de la vida.
Ya sabes tú  que solo la juventud tiene futuro. Los demás solo son, somos te dices con cierto dolor, barreras que derribar. Muros que detienen a ese  futuro que llega.
Ayer fuiste a una universidad puntera. Quizá la más puntera de España y una de las más preclaras de Europa en estos momentos. Y tuviste el placer de trabajar con los jóvenes que empezarán curso universitario en el próximo septiembre:  Diseñar empresas para el futuro,  negocios brillantes para la gente que llega, pintar los sueños que harán prósperos a los nuevos hombres de negocios.
Estos fueron sus sueños: Redes sociales nuevas para promocionar la música, ese lenguaje sonoro que golpea al cerebro y al corazón de  la juventud como ninguno. Localizadores, a base de bluetooth y GPS,  de objetos perdidos, para gente con mala memoria o inclusive alzheimer. Drones para mensajería, llevar medicamentos a sitios inaccesibles o,  simplemente, regalos de amor a parejas lejanas. Y, por supuesto, cremas, infusiones, artilugios y pócimas para rejuvenecer, para volver a ser jóvenes o, al menos, aparentarlo y, ojo, dedicadas fundamentalmente a hombres, fueron lo que presentaron.
Alguno será trending topic en breve. Lo sabes. Cada tiempo tiene sus héroes. Sus líderes.  Y tú lo verás. Serás testigo y, quién lo sabe, si también usuario de tales inventos.  Los jóvenes tienen la fuerza, el empuje, la fe inquebrantable que les da la naturaleza. Ellos son los protagonistas del tiempo que viene. Y aquí paz y después gloria. Siempre ha sido así. Y siempre lo será.
Pero, inclusive cuando tú eras joven, te gustaba pensar en tus recuerdos. Saborearlos. Volverlos a vivir.
Y siempre los revestiste de un áurea de paraíso. Paraíso perdido tal vez.  Un paraíso al que volver.




No sé si los jóvenes de hoy lo hacen. Supongo que sí. Que tal vez. Que, de vez en cuando, también.
Porque puedes imaginar un futuro mejor, inclusive maravilloso. Que sea como un catalizador, como un imán que te atraiga y te lleve hasta allá.
O también puedes pensar en algo mucho más fácil: Puedes imaginar que ya lo tuviste alguna vez. Ese mundo maravilloso con el que sueñas. En el pasado. En tus recuerdos. Y, entonces, será más fácil volver a tenerlo en el futuro. El viejo pensamiento romántico.
Tal vez, piensas, sois una  vieja especie a  extinguir.   Pero si los jóvenes de hoy sueñan en cremas, liftings, pócimas para no perder la juventud, tú tienes el derecho a ir a la fuente donde mana la que tú una vez tuviste. La que te hace volver a sentirte joven de nuevo y sentir, otra vez, que el mundo es tuyo. Y pelear por él como un joven más.
Tal vez por eso, y solo por eso, tú escribiste esa nueva novela de MEMORIAS DEL SAUCE CURVO. La novela que te hace sentirte niño de nuevo.
Porque siempre se alcanza el futuro apoyándote en un pasado que te pareció maravilloso y puede volver a repetirse. Porque si no ¿el futuro en qué se asienta?

Francisco Rodríguez Tejedor. Para el blog www.eldiaquefuimosdioses.blogspot.com