Las alcantarillas son las arterias
de tu corazón.
Por ellas circula el dolor
que es el plasma que te queda
de tu pasado.
Los latidos son el tictac del reloj
del tiempo que te queda,
el aliento del verdugo que se acerca
con el hacha de la justicia en la mano.
¿Cuánto dolor causaste?
Segaste margaritas
que crecían dulcemente en las cunetas.
Atropellaste inocencias
que solo buscaban un rayo de sol.
Malgastaste tu tiempo
en fruslerías sin valor.
Fuiste una apariencia andante
ajena a los girasoles
que buscaban el apoyo de tu hombro.
El dolor convierte
en vidrio hiriente
tu húmedo aliento,
y tú soñabas
en el comienzo de este juego
ser un hombre bueno.
Te conviertes en restaurador
de todo lo que rompiste,
obra ingente para el escaso
tiempo que te queda.
Tu lado bueno te nombra,
pero hoy es día de
de dolores y fragelo,
de sangre y veneno,
de alcantarillas sucias,
de arrepentimientos.
El tiempo se acaba,
solo quieres limpiar las cañerías,
que corra por ellas, clara, el agua,
secar de sangre los puñales,
dar sentido a las torpezas,
bruñir el óxido de tu alma.
Si tú pudieras arreglarlo todo,
cubrir los negros tatuajes,
maquillar las cicatrices,
acallar los gritos
de los olvidados inocentes,
recibir su perdón,
podrías dormir en paz.
Escuchar el tictac de tu reloj
que se acaba
No temer la llegada del alba.
Mirarte en el espejo,
verte guapo,
como te decía tu madre,
y descansar por fin,
….con una flor en el pecho
y una sonrisa en la boca.
Para MIL PALABRAS PARA ENVEJECER BIEN