LOS MEJORES DIAS DE TU VIDA.
Cuando llegan, una alegría honda te inunda
por dentro. O, tal vez, sea solo esa paz, esa sensación íntima de
bienestar, que te reconcilia con el
mundo,.
Esa
culminación de los momentos redondos, que son como una sinfonía de colores, que
pinta tu retina. De fragancias, que te llenan los pulmones cuando respiras.
Y, entonces, te sientes tan ligero que podrías volar por un espacio lleno de
luces, de estrellas, tan alto que serías
capaz de ver el mundo entero de golpe, y
comprenderlo y amarlo con todas tus fuerzas.
Debe ser que, de vez en cuando, se junta,
de golpe, todo lo bueno que hay en ti. Y
arrinconas las dudas y los miedos en una trastienda a la que desarmas luego conectándote al
enchufe de la claridad, y de la
esperanza, del nuevo día.
O, tal vez, es que dan fruto, de golpe
también, todos los esfuerzos de tanto tiempo, y florecen como los almendros, y se llenan de
espuma, todos esos interminables páramos interiores de tantos días de desdichas
y sufrimientos.
Y entonces, una sensación de agradecimiento
sin límites, de confort interior te invade y apagas la luz y sientes las
sábanas de una suavidad misteriosa y
mágica. Mientras cierras los ojos y te
duermes como un bendito, acunando en tu interior estos momentos inolvidables, pleno de felicidad, de gozo.
Y, en
ese instante, en la frontera que separa la vigilia del mundo de los sueños, un
estremecimiento te recorre la espalda,
como una culebrina, anunciándote que has llegado al clímax. A lo más alto.
O, tal vez, ay, sea solo, esa pequeña
preocupación, que entra por una esquina del paisaje, y que va sembrando en ti,
mientras tiemblas entre la profunda alegría y el incipiente miedo, la semilla
del temor, de la duda, de que esta
plenitud, esta magia,
esta
borrachera placentera, se convierta con el paso de los días, en dulce
y a la vez triste resaca.
En ese tipo de recuerdos, que también te aleccionan, de que una vez lo
tuviste. Aunque lo perdieras. De que es posible. De que esos días maravillosos , los mejores de
tu vida, si los buscas con paciencia,
volverán de nuevo.