domingo, 11 de septiembre de 2011

EL SONIDO DEL TIEMPO

Sí, el tiempo somos nosotros. Qué somos nosotros sino un trozo de tiempo que vivir.
El tictac del reloj del tiempo es el latido acompasado de nuestro propio corazón. Por eso es tan importante escuchar el sonido del tiempo, sus arritmias, su falta de compás, o su excesivo apresuramiento, su enloquecida aceleración buscando más tiempo que vivir. Sacarle jugo al tiempo, en definitiva.  Como si el tiempo se pudiera despachurrar como una naranja.
Ayer miré a un anciano. Tenía el crisol del tiempo en su cara.  Su cara ya era solo el crisol del tiempo gastado.El chorro de arena de su reloj era  ya escaso,  apenas solo un polvillo . Y estaba feliz. Por qué.
Hoy he vuelto de vacaciones. Venía conduciendo mi coche. Cincuenta metros por delante de mí un motorista ha empezado a hacer eses con su moto. Ha perdido el control y ha salido despedido su cuerpo arrastrándose por el asfalto hasta la cuneta izquierda. La máquina  ha ido rayando la carretera e  invadiendo el carril de la derecha. He frenado
como he podido y me he quedado a cinco metros de ella. A qué distancia estamos de
la muerte. Nadie lo sabe. Afortunadamente.
Por eso tenemos que aprovechar el tiempo. Y, tal vez,  todo el secreto de la vida sea saber manejar el tiempo. Pero el nuestro y a nuestro modo. Y alejados de modas. Solo escuchar el latido de nuestro corazón: el sonido de nuestro tiempo que nos guía en la oscuridad. Hoy he vuelto a nacer y mi hijo pequeño que se ha asustado muchísimo ha conocido la fragilidad de la que estamos hechos. Por eso repasando hoy los blogs amigos me he fijado en este micro sobre el tiempo, tan pausado y tan lleno de comas, como matices tiene el tiempo. Y he vuelto a vivir la intensa emoción de esta tarde. Tal vez  lo tenga que rememorar en el juzgado como testigo. Como registrador fortuito que mide la oscilación del fiel que separa la desgracia, de la intensa felicidad de sobrevivir. Un día más. Una vez más.

Escrito como comentario al microrelato sobre el tiempo denominado "Ocurrirá" de mi amiga Mirina en su blog Cafécuento - Fuera de contexto.