viernes, 9 de septiembre de 2011

Lección

Se acabó la lección y el maestro le preguntó:
- Pequeño Saltamontes. ¿Tú por qué crees que hay tanta gente que escribe pero tan pocos escritores?
El alumno se rascó la cabeza varias veces. Al final le brilló la mirada y, destapando el tarro del ingenio, dijo:
- Quizá como hay tantos que enseñan, pero tan pocos profesores.
El maestro le premió con cien reglazos en los nudillos para que nunca lo olvidara.