martes, 13 de febrero de 2024

EL PARQUE DEL AMOR

 




 EL PARQUE DEL AMOR

     Hoy Clara y yo paseamos por un parque cerca de casa, el Parque de Berlín. Sé que todas esas flores que llamean en su pradera, que llenan nuestra vista y nuestra alma de tanta alegría, son solo un reclamo de seducción. Una llamada para encontrar pareja, un ropaje de domingo para atraer al mejor partenaire con el que crear de nuevo vida. Las flores son el maquillaje atractivo de las plantas, como los trinos son las canciones de amor de los pájaros, como la berrea es el grito desesperado de los ciervos para denunciar que no quieren seguir estando solos.

    Solo el amor, la búsqueda de él, mueve el mundola naturaleza, de una manera tan gigantesca. Durante la adolescencia y la primera juventud nada habrá más importante que la búsqueda del amor en el mundo de los chicos y de las chicas que se asoman a él temblorosos y esperanzados.


    Clara y yo volvemos a casa y yo me encierro en mi despacho. Hoy recuerdo ese tránsito, el de la búsqueda del amor en aquellos años de la Transición. Repaso mis heridas y sus cicatrices. Siento el dolor de las que provoqué por inexperiencia, torpeza o propio egoísmo y también recuerdo el dolor de las que sufrí en propia carne de otras personas, tal vez por lo mismo.


      Todas aquellas chicas hoy tienen un hueco en mi corazón y en mi memoria: Consuelito, Mabel, Rosa María, Martuqui, Lina, Ainhoa, Clara… Fueron eslabones necesarios en la cadena de la vida. Estaciones de paso de aquel tren que nos conducía, veloz e ilusionado, hacia ese destino soñado de aquel amor total, de aquel amor definitivo que buscábamos para compartir vida y crear también vida.


     Solo por este recorrido de recuerdos del amor por mi mente merecería la pena vivir. Doy gracias a Dios hoy, porque mi memoria me traiga de nuevo el perfume del amor. ¡Qué sería de la vida sin él!


 De la novela LEJOS DEL SAUCE CURVO: Para regalar o regalarte: amzn.to/3EweRMr