Me manda mi portadista las nuevas portadas, con mis últimas sugerencias, para mi novela.
Yo estoy satisfecho.
No obstante, la tres que tengo las pondré a competir entre ellas con un grupo reducido de fieles lectores.
Una de las tres, verá la luz ante el público lector.
¡La novela va tomando ya cuerpo! ¡Ando enfrascado en el último capítulo que me falta!